Asesinaron a un chofer de La Perlita: Lo habría matado un «transa» de barrio Lomas de Moreno

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El cuerpo sin vida de Marcelo Oscar Pérez, de 32 años, fue encontrado en un descampado del barrio San Pedro de General Rodríguez el pasado jueves 9 de abril. Presentaba una herida de arma de fuego en la espalda. Fue detenido un remisero que habría tirado el cadáver en el lugar. Habría sido asesinado por un vendedor del drogas en el barrio Lomas de Moreno.

El jueves cerca del mediodía el tranquilo barrio San Pedro de General Rodríguez se conmocionó. Las inmediaciones de la calle Da Vinci, entre Mariano Necochea y Victorino de la Plaza se vio saturada de móviles policiales. Una persona había denunciado la existencia de un cadáver en un descampado, en las cercanías de la estación ferroviaria de La Fraternidad, pero del lado norte.

Los uniformados, junto a peritos de la Policía Científica, comenzaron a trabajar en la zona. Confirmaron la existencia del cuerpo sin vida de un joven hombre, que presentaba un disparo de un calibre grande en la zona del omóplato derecho. No encontraron importantes cantidades de sangre alrededor del cadáver y se visualizaban marcas de deslizamiento. Rápidamente se determinó, en base a la experiencia de los especialistas, que este individuo no había sido asesinado en el lugar y que el cuerpo fue arrojado allí, presumiblemente durante la madrugada de ese mismo jueves.

Los investigadores, cuando revisaron el cadáver, encontraron sus pertenencias. Tenía la billetera y otros objetos de valor. Inmediatamente fue descartado el robo y la hipótesis principal de trabajo se centró en una mecánica similar a un ataque por ajuste de cuentas.

En la billetera se encontraba sus documentos. Se trataba de Marcelo Oscar Pérez, de 32 años. Estaba casado, tenía hijos y era chofer de la empresa de transporte La Perlita. Estaba vestido con jeans y una camiseta de un equipo de fútbol, revelaron las fuentes.

Las últimas horas de la víctima

Según los datos que trascendieron del expediente, los investigadores reconstruyeron -al menos parcialmente- los pasos que siguió Marcelo Pérez en las horas precedentes a su muerte.

Trabajaba en recorridos de Moreno de la empresa La Perlita. Habría terminado su turno pasadas las 14 horas. Habría sido visto en un bar céntrico. Posteriormente se habría dirigido a su casa, sobre la calle Tupungato, en el barrio Villa Anita de Moreno norte. Desde allí habría abordado un remis de la empresa «Güemes». El destino habría sido el barrio Lomas de Moreno, con el objetivo de comprar drogas. Conocidos de la víctima indicaron en estricto off de récord que Pérez tenía problemas de adicciones.

Cuando llegó a Lomas, ya en la noche del miércoles 8 de abril, se habría generado una discusión con un grupo de personas, supuestamente vendedores de estupefacientes, conocidos popularmente como «transas». Al menos uno de ellos sacó un arma de fuego y comenzó a disparar mientras Pérez subía al remis.

Ya con Pérez acomodado en el asiento trasero del automóvil, uno de los disparos atravesó la chapa. Ese balazo hirió mortalmente a Pérez ya que ingresó por espalda y dañó irreversiblemente órganos vitales. Pérez habría fallecido segundos después.

Cadáver descartado

En ese línea de investigación, y con la ayuda de las cámaras de seguridad, se pudo determinar que un Peugeot 505 gris -con reparaciones en la chapa- transitó en el barrio San Pedro en la franja horaria en la cual se produjo el deceso de Pérez. A través de distintos testimonios aportados en la causa, se individualizó al automóvil. Se trataba de una unidad de la remisera «Güemes». El vehículo tenía la patente WPX-749.

Con esta información el servicio de calle de la Comisaría 1º de General Rodríguez, junto a efectivos de la DDI, procedieron a la detención de un sujeto identificado como Hugo Monzón, de 52 años. Monzón fue el chofer que llevó hasta el barrio Lomas a Marcelo Oscar Pérez.

Monzón habría declarado que una vez baleado Pérez habría intentado llevarlo hasta el hospital Vicente López y Planes de General Rodríguez. Pero en el trayecto observó que Pérez había fallecido. Según el testimonio de Monzón, ante este suceso se asustó y decidió arrojar el cadáver de su pasajero en la zona del barrio San Pedro. Monzón tendría antecedentes penales y habría temido que le endilgaran el homicidio.

La UFI Nº 9 de Mercedes -descentralizada en Luján- a cargo de la Dra. Alejandra Rodríguez dispuso que Hugo Monzón quedara detenido por el delito de «Encubrimiento agravado».

El Peugeot 505 fue secuestrado. Un peritaje habría determinado la existencia de una gran cantidad de manchas hemáticas y orificios en la parte trasera del vehículo que coincidirían con perforaciones de balas. Trascendió que la Policía incluso habría secuestrado dos plomos provenientes de un arma calibre 9 mm. La bala que hirió mortalmente a Pérez era del mismo calibre. Ahora se espera que la pericia balística confirme que los plomos sean de la misma pistola.

El viernes se llevó adelante el allanamiento de la vivienda de Monzón, en el barrio Cortejarena de La Reja. Allí se habría incautado un revólver calibre 38 y vidrios que habrían pertenecido a la luneta trasera del Peugeot 505 y que habría sido rápidamente cambiada por Monzón, en un intento de enmascarar la balacera recibida.

En ese operativo la Policía detuvo a dos hijos de Monzón: Oscar Daniel tenía un pedido de arresto por una causa de homicidio que databa del 2013 y Miguel Ángel era buscado por fugarse de un instituto de menores, hecho ocurrido hace poco más de 8 años.

 

Mientras tanto, los investigadores intentan determinar quién mató a Marcelo Pérez, aunque en este punto la pesquisa avanza lentamente, dada la compleja situación que se vive en el barrio Lomas de Moreno por el dominio que tiene en la zona distintas bandas dedicadas a la comercialización de drogas y donde impera los códigos mafiosos del «silenzo stampa».