Desde la comuna denuncian maniobras fraudulentas en la venta de terrenos supuestamente fiscales

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A raíz de la presentación de una denuncia realizada a través de la Secretaría de Economía de la municipalidad de General Rodríguez, se comenzó una importante investigación contra una banda delictiva que estaría estafando a personas que quieren instalarse en General Rodríguez, vendiéndoles terrenos con papeles apócrifos.
La noticia fue difundida por el propio jefe del área Ezequiel Drago, quién admitió que tienen comprobados 13 casos, donde mediante un trabajo muy fino “de ingeniería”, logran persuadir a los adquirientes a la entrega de 8.500 pesos, a cambio del pedazo de tierra que, en la mayoría de las denuncias, se encuentran en el barrio Güemes o en otros sectores lindantes con la vecina localidad de Moreno.
A diferencia de la situación que se planteaba en la actualidad con las trilladas usurpaciones, donde todas las transacciones económicas se hacían de manera informal, en éste caso la situación se tornó más preocupante para las autoridades, dado que se ofrecen terrenos mostrando papeles que tienen sellos de la municipalidad de nuestra ciudad, de la agencia recaudatoria provincial ARBA y hasta del Colegio de Escribanos de la provincia de Buenos Aires.
“Evidentemente es una maniobra superadora a lo que teníamos registrado hasta el momento y por ese motivo volvemos a pedirles a los vecinos que estén atentos antes éste tipo de maniobras fraudulentas”, dijo Drago en diálogo con nuestro medio.
Según se pudo corroborar por los datos obtenidos, la operatoria comenzaría con un primer eslabón delictivo que contactaría a personas que presuntamente serían los futuros compradores. Aprovechando el desconocimiento de los mismos sobre lo que sucede en General Rodríguez (la mayoría de los afectados viven en Capital Federal), les hablan de la posibilidad de adquirir un “terreno fiscal”.
En un segundo paso ya comienzan a brindarles algunos datos más precisos donde se incluyen virtuales contactos con nuestro distrito y posteriormente y ante el aporte del efectivo, se les entrega una serie de documentos donde se deja establecida la transacción y una hipotética posesión.
La desagradable sorpresa se la llevan “los nuevos dueños”, cuando quieren regularizar la situación del lote ante la municipalidad. Allí se dan cuenta que fueron estafados y que ninguno de los papeles que tienen en su poder poseen validez legal.
“Comenzando diciéndoles que no existen los terrenos fiscales, ya los perjudicados se dan cuenta a los pocos minutos que fueron parte de una maniobra fraudulenta”, dijo Drago, quién agregó: “Por los papeles que poseemos, lo que se intenta demostrar es una cadena de transferencia, o sea, se arranca como un terreno fiscal, se sigue con papeles habilitantes del municipio y Arba y finalmente se llega a un escrito que forma parte de un boleto de compraventa firmado por el Colegio de Escribanos”.
En cuanto a los posibles integrantes de ésta red delictiva, los primeros nombres que se acercaron al municipio por parte de los damnificados, serían de vecinos del lugar que “marcarían” los lotes a ocupar. Igualmente no se quiere irrumpir directamente en ese primer estamento, dado que se investiga quién es el ideólogo de la trama que podría tener a varias docenas más de perjudicados que aún no conocen que han sido burlados en su buena fe.