La justicia busca la cabeza seccionada del pequeño Marcos De Palma

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La justicia busca, en distintos puntos de la región, la cabeza y las manos seccionas de Marcos De Palma, el nene de 6 años que apareció asesinado en el barrio San Jorge de Moreno el pasado viernes 27 de julio. El cuerpo del pequeño estaba salvajemente mutilado, decapitado y con sus extremidades superiores amputadas. Esa misma semana, en un descampado del barrio Pfizer había sido encontrado el cadáver de su padre, Domingo De Palma, también brutalmente asesinado.
El misterio en torno al doble crimen de De Palma se torna más oscuro, a medida que se suman fojas en los ya voluminosos expedientes. En los últimos días se realizaron intensos rastrillajes a la vera de la Ruta 24, en jurisdicción de General Rodríguez, ya que datos aportados a la causa por al menos dos testigos de identidad protegida indicarían que en la zona se habría arrojado la cabeza mutilada de Marcos De Palma.
La exhaustiva búsqueda incluyó la participación de buzos tácticos que examinaron el arroyo El Durazno -a la altura del puente Irigoyen-, mientras que personal policial revisaba los alrededores, hasta el lugar donde se erige el destacamento policial del barrio Mi Rincón. El resultado fue negativo, pero la falta de información respecto al objetivo del operativo alarmó a los vecinos de la zona, quienes se mostraban preocupados por el movimiento generado por las fuerzas de seguridad.
Fuentes confiables revelaron que los datos con los que contaría el fiscal Mariano Navarro de la UFI Nº 2 del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez indicarían que posteriormente al hallazgo del cuerpo desmembrado de Marcos De Palma, se observó la presencia de una Renault Trafic blanca realizando el trayecto sobre la Ruta 24 en dirección a la Ruta 6. En un punto del camino el vehículo se habría detenido y arrojado un bulto a los altos pastizales que bordean la traza, para posteriormente emprender el camino de regreso. Los mismos confidentes señalaron que desde la justicia se habría solicitado la colaboración a la secretaría de Seguridad de la comuna de General Rodríguez para que entreguen las imágenes obtenidas por las cámaras de monitoreo en la zona. En ellas se visualizaría la presencia de una camioneta de similares características a la que se encuentra plasmada en los escritos en poder de la fiscalía, aunque no se apreciaría con detalle la patente de la unidad. Este vehículo ya estaría secuestrado por la policía y estaría siendo sometido a profundos análisis criminalísticos.
Signo mafioso
El cuerpo sin vida de Domingo de Palma apareció el martes 24 de julio en un descampado del barrio Pfizer de Moreno. Presentaba un disparo de arma de fuego en la cabeza y había sido hallado al lado de un tambor de 200 litros en cuyo interior había cal. Las alimañas habían comido parte de los restos.
Domingo De Palma había desaparecido junto a su pequeño hijo Marcos el 4 de julio, según una denuncia realizada por una familiar en la Comisaría 8º de Moreno -Las Catonas-. Domingo De Palma tenía una pequeña empresa de grúas en la zona del barrio Las Flores y prestaba esporádicos servicios a la Policía para el acarreamiento de vehículos. Lo llamativo del caso es que su nivel de vida no se condecía con esta actividad. Voceros vinculados a la investigación señalaron que De Palma tenía varias propiedades e incluso era dueño de una pequeña aeronave. Hay indicios que lo vincularían a actividades ilícitas como la piratería del asfalto o el narcotráfico. Esta línea investigativa explicaría su asesinato con un claro signo mafioso. Además se menciona que De Palma habría sido confidente -en la jerga “buche”- de alguna fuerza de seguridad, nacional o provincial.
Brutal asesinato
El viernes 27 de julio el drama se acentuó. Desde el momento del hallazgo del cadáver de De Palma, la búsqueda se centró en encontrar a Marcos, de solo 6 años de edad. Pero ese día apareció brutalmente asesinado el pequeño. El lugar donde fue descubierto había sido rastrillado por la Policía horas antes, lo que indica a las claras la impunidad con la que se manejaron los asesinos. En la esquina de la avenida Del Cañón y la calle Centenario del barrio San Jorge de Moreno sur un grupo de chicos que estaban jugando encontraron un bulto. Cuando se acercaron observaron la presencia de restos humanos. Inmediatamente dieron aviso a sus padres, que advirtieron a la Policía. El lugar fue acordonado y los peritos trabajaron minuciosamente en la zona.
El cuerpo de Marcos presentaba la cabeza seccionada y ambas manos amputadas. En las inmediaciones no se hallaban los miembros faltantes. El posterior examen de autopsia habría determinado que el chico murió desangrado en momentos que le cortaron la arteria carótida y la vena yugular, que atraviesan el cuello, y la decapitación fue concomitante con el degüello o inmediatamente posterior. Una brutalidad poca veces narrada.
Aunque los pormenores de la pesquisa no trascendieron, los investigadores están casi convencidos que Marcos estuvo cautivo de personas que lo conocían. La presunción se basa en que el momento de la desaparición de Domingo y Marcos -el 4 de julio- y de los homicidios -Domingo el sábado 21 de julio y Marcos el lunes 23- son extensos. ¿Marcos conocía a los captores y por eso lo asesinaron? ¿Fueron los mismos secuestradores quienes lo ultimaron o participó un “profesional”? ¿Fue entregado a otra persona y muerto en alguna especie de rito satánico?. Las dudas continúan.
Singular robo
A la par de esto, un hijo -Leonardo – y un hijastro -Diego Corrali- de Domingo De Palma quedaron aprehendidos como consecuencia del robo producido el 14 de julio en la empresa Reopen de General Rodríguez -en la misma zona que se rastrilló buscando los miembros seccionados de Marcos-. En el atraco los delincuentes, casi una decena, se llevaron agroquímicos como insecticidas, herbicidas y fertilizantes.
El golpe, según lo denunciado por la empresa, habría significado un botín de cerca de 200 mil pesos. Fuentes vinculadas a la investigación desvirtúan este monto y señalan que sería al menos tres veces superior. Fuentes indican que uno de los elementos que contienen estos productos podría ser utilizado en el estiramiento de cocaína, aunque no brindaron mayores precisiones.
Durante la frenética búsqueda realizada para hallar a Marcos, la fuerza de seguridad provincial allanó una vivienda en la localidad bonaerense de San Miguel, donde se encontró cerca del 40% de la mercadería robada en Reopen. También se secuestraron dos camiones que habrían sido utilizados en el ilícito. En ese operativo quedó detenido Diego Corrali.
Días después -y luego de estar desaparecido casi una semana por haber sido, según denunció, “apretado” por el personal de la seccional de Las Catonas- fue aprehendido Leonardo De Palma por este mismo ilícito. Horas antes, Leonardo se había presentado en las fiscalías y declarado ante el doctor Navarro, desconociendo, o al menos así lo señalaron los trascendidos, las actividades que realizaba su padre y que finalmente, sin dudas, terminaron en su muerte y la del pequeño Marcos.
La justicia trabaja a destajo para dilucidar el misterio que rodea al caso. ¿Quién o quiénes asesinaron a Domingo y Marcos De Palma? ¿Cuáles fueron las razones? ¿Domingo De Palma estaba vinculado a la piratería del asfalto o al narcotráfico? ¿Dónde se produjeron los homicidios? y la pregunta que ahora desvela a los investigadores ¿Dónde está la cabeza y la manos seccionadas del pequeño Marcos?. Aún ninguna de ellas tiene respuesta.