Lanzan un curso basado en la experiencia de las víctimas que recurren a las defensorías públicas

«El género en juego: los caminos de la Defensa Pública» es el nombre de la plataforma para capacitar en perspectiva de género a quienes ejercen la defensa pública, que deberán resolver situaciones cotidianas de asistencia a víctimas de violencias, una metodología única en el país para avanzar en la aplicación de la ley Micaela.

Se trata de una iniciativa del Ministerio Público de la Defensa (MPD), con apoyo de la embajada de los Países Bajos, y el trabajo articulado con el Proyecto de Educación y Nuevas Tecnologías (PENT) de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) que desarrolló la plataforma online que se presenta este lunes.

Al ingresar al portal de la capacitación hay escenas que recrean situaciones cotidianas que se viven en las mesas de entrada de las defensorías o en las salas donde, las mujeres en situación de violencia, se encuentran con magistradas y magistrados.

El desafío es elegir las opciones de intervención que propone el juego, lo que lo convierte en una opción de capacitación inmersiva inédita.

Ante estas realidades «¿Cómo se entrevista a la mujer? ¿Qué preguntar? ¿Qué actitud tomar si ella no habla?, son algunas de las preguntas a responder que pone, a quienes se capacitan, frente a situaciones prácticas», explicó a Télam, Julieta Di Corleto secretaria general de Capacitaciones y Jurisprudencia del MPD.

Hay mas preguntas en la plataforma que irán resolviendo en la práctica quienes trabajan en defensorías del país: «¿Cómo garantizamos sus derechos? ¿Cómo las asesoramos? ¿Qué elementos probatorios necesitamos? ¿Cómo nos interpela su padecimiento? ¿Qué necesitamos para saber actuar con perspectiva de género? ¿Cómo trabajar en equipo para dar respuesta?»

Son las mujeres que han recurrido y recurren a buscar ayuda las que han contribuido con sus experiencias, a hacer estos cuestionamientos, que obligan a repensar las prácticas.

La funcionaria destacó que la Defensoría «tiene una larga trayectoria» en capacitación en género, «ya que, desde 2008 la defensora general, Stella Maris Martínez, las priorizó. Antes que existieron en cualquier otra institución de justicia».

Con la obligatoria capacitación en género y violencia de género para todas las personas que se desempeñan en la función pública en los tres poderes del Estado, el desafío «fue encontrar una metodología que sea superadora, que no fuera un curso y nada más», agregó la secretaria.

Por lo tanto, los materiales ofrecidos «tienen amplio contenido audiovisual, con el fin de superar las formas tradicionales de capacitación solo con bibliografía».

En esa búsqueda de una nueva opción metodológica, surge la alianza con Flacso.

«No es lo mismo ser periodista que ser defensora o defensor. Por lo tanto, los cursos de este tipo tienen que ser específicos. Hay cursos que parecen en serie. Lo que necesitamos es trabajar con la gente para transformar las prácticas», destacó a esta agencia, Gisela Schwartzman, coordinadora pedagógica del PENT.

La especialista adelantó que «se hizo una prueba piloto del curso y tuvo muy buena recepción» y que el desarrollo surgió de «un trabajo interinstitucional e interdisciplinario».

La propuesta pedagógica incluirá «acompañamiento de tutorías, material armado y cuidado aplicado en la tarea de las y los defensores», detalló Di Corleto.

La experiencia inmersiva en el entorno digital, tendrá «espacios de trabajo individual, y otros colectivos, interacciones con el equipo docente» y está diseñado para personal de defensa pública «tanto del foro civil como penal», aclaró la especialista de Flacso.

«Quien atiende en mesa de entrada tiene que tener destrezas específicas; las y los magistrados las suyas. El curso está pensada para que, desde la ficción, puedan ejercitar sus roles», señaló por su parte, la representante del MPD.

«Durante el juego, cada persona «puede tomar decisiones y verá las consecuencias, lo que permitirá revisar prácticas», añadió.

Desde el MPD capacitarán a 350 personas durante seis semanas.

«Hay que pensar las cuestiones de género de manera distintas y cómo se enseñan en la administración de justicia. ¿Qué se está haciendo con la ley Micaela? es algo que hay que preguntarse, porque se trata de sensibilizar e incidir en las prácticas, lo que requiere una discusión pedagógica», analizó Di Corleto.

En un contexto de reclamos reactivados para prevenir los femicidios en el país, con cuestionamientos al rol de la justicia, esta experiencia pretende que la letra de las leyes que garantizan derechos, sean prácticas cotidianas de verdadera asistencia, acompañamiento y reparación para las mujeres en situación de violencia de género, y sus hijas e hijos.

Télam