Desbaratan una organización de Delivery de drogas

Desde hacía varias semanas, integrantes de la Comisaría 1º de General Rodríguez, venían investigando una maniobra particular, que tenía como destino la venta de droga en el distrito. La punta de la averiguación estaba centrada en un automóvil Fiat Siena que, con la particularidad de estar pintado como taxi de Capital Federal (amarillo y negro), llegaba a la ciudad y en rápida maniobra, realizaba una venta de estupefacientes y se retiraba raudamente del lugar con un chofer y una persona de origen peruano, que era en definitiva, quién realizaba la transacción.
Durante un tiempo se logró establecer que su modus operandi era con contactos preestablecidos. A pocos kilómetros de llegar al distrito, enviaba mensajes a sus ocasionales compradores y le brindaba la información de donde estaría estacionado para la “venta delivery” de la sustancia alucinógena. Por este motivo de rotación constante, fue que se dificultaba la localización del vehículo dentro del ejido urbano de la localidad.
Pese a ello, fue el 19 de octubre pasado cuando, atentos a los acontecimientos, se pudo finalmente detener a los responsables del delito. Eran cerca de las 18 horas, cuando uno de los móviles policiales advierte la presencia del auto buscado estacionado en la calle Mitre entre Moreno y Avellaneda. Para tratar de no generar dudas entre los habitantes de la zona, el conductor levantó el capot intentando demostrar que su estacionamiento en el lugar era por un desperfecto mecánico del taxi. Igualmente la intranquilidad de ambos era evidente, dado que constantemente se mostraban atentos a movimientos que no tuvieran que ver con la actividad habitual de la ciudad.
Ya controlada la situación, desde ese momento es que se comienza un fino trabajo que incluía la visualización de las acciones desde un auto particular y un operativo cerrojo entre varias camionetas policiales, en caso que los “dealer” quisieran escapar.
Luego de realizadas algunas transacciones que lograron ser filmadas, los hombres dependientes del Comisario Alberto Ibarra, pasaron directamente a la acción. Un hombre de alrededor de 20 años, que minutos antes entregó dinero a cambio de una bolsa de nylon, fue detenido a unos 200 metros del lugar cuando se iba a su vivienda. A éste tercer sujeto, que se mostró absolutamente sorprendido por la acción policial, se le secuestraron 10 gramos de clorhidrato de cocaína y directamente confesó ante los pesquisas que “La bolsa de merca se la pague al peruano”.
Con el dato aportado no se esperó más y en cuestión de minutos, el grupo de investigadores logró terminar con la comercialización de estupefacientes. Sin ofrecer resistencia ante la superioridad numérica de los policías, las dos personas involucradas fueron corridas del lugar donde estaba el Fiat Siena y dentro del mismo, se lograron secuestrar diez envoltorios con 110 gramos que, según el test de orientación, se terminó conociendo que la sustancia era clorhidrato de cocaína de alta pureza. También se secuestraron 2000 pesos en billetes de 100 y 50 y otros elementos muy importantes para la investigación futura.
Luego de realizar todos los pasos que requieren los operativos de estas características, se procedió al traslado de los detenidos a la sede de la Comisaría 1º, donde fueron identificados como: Aldo Paolo Flores Cóndor, peruano de 29 años y domicilio en el barrio Nueva Pompeya de Capital Federal y Carlos Alberto Cáceres, argentino de 55, chofer y con residencia en el partido de La Matanza.
Con todos los elementos secuestrados, se dio intervención a la UFI Nº 10 de la ciudad de Luján a cargo del Doctor Pablo Viero, quién dispuso que se inicie la carátula bajo la denominación: “Tenencia de estupefacientes para su comercialización y aprehensión de autores”.
Terminada la actividad que derivó en las dos detenciones, ahora la policía se encuentra abocada a la investigación de conocer si estas personas poseían contactos en el orden local, dado que habría rodriguenses que promocionarían la llegada del ciudadano peruano que, en la jerga, ya era reconocido como un “dealer” (vendedor de drogas) que realizaba este tipo de movimientos en la zona. “La investigación local no es fácil porque hay que realizar trabajos relacionados principalmente con escuchas telefónicas, pero estamos abocados a exterminar esta banda que operaba en General Rodríguez”, dijo uno de los investigadores a nuestro medio.