El oficialismo aprobará un contrato de locación que le costará más de 3 millones de pesos al municipio. Queja opositora porque la propietaria es prima del intentendente Darío Kubar.
En la última sesión del Concejo Deliberante, el bloque oficialista de Cambiemos, presentó ante el resto de los ediles, un proyecto que contenía el contrato de locación de una vivienda, que serviría como sede de los juzgados de faltas creados recientemente y algunas oficinas municipales que, en la actualidad, se encuentran dispersas en otros edificios.
El escrito en principio pareció no despertar mayores inconvenientes e inclusive se daba como un hecho que, tomando en cuenta la finalidad del mismo, se aprobaría por unanimidad y con escaso tratamiento en las comisiones a las que fue derivado.
Todo lo que parecía desarrollarse con naturalidad, comenzó a encontrar las primeras muevas de disconformismo, cuando se conoció que la propietaria de la residencia ubicada en la avenida Bernardo de Irigoyen 654 (ex Juzgado de Paz), está casada con el primo del intendente Darío Kubar y se terminó de consolidar el descontento, cuando se conocieron las cifras del alquiler, las cuales comienzan con 60.500 pesos en los primeros seis meses y terminan en 121.670 pesos en el últimos semestre del tercer año de contrato, haciendo un total invertido solamente de alquiler de 3.177.270 pesos.
La detección de estos dos ítems, no solamente generó un reparo en la aprobación por parte de algunos concejales de la oposición, sino que desde el propio oficialismo, hubo ediles que pedían un estudio más pormenorizado, por considerar la cifra abonada como excesiva.
Toda esta circunstancia llevó a que el martes pasado, el día de la reunión de la comisión, se generaran fuertes debates en el seno del Concejo Deliberante e inclusive tuvieron que bajar varias figuras del Departamento Ejecutivo (entre ellos Santiago Nino), para poder convencer a los propios representantes de Cambiemos, dado que por ejemplo el presidente del bloque, Fabián Polverini, no estaba de acuerdo en aprobar el convenio.
Según se indicó, tuvo que ser el propio intendente municipal Darío Kubar, quien salga a realizar un apriete generalizado, para que los díscolos declinen su posición y caigan rendidos en el poder central del jefe comunal, quien ya contaba en ese momento, con los votos necesarios para que finalmente se termine aprobando el contrato de locación.
Entrevista con Carlos Paz
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