Triple crimen: confirman penas de prisión perpetua a los cuatro acusados

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La Cámara de Casación bonaerense confirmó las penas a prisión perpetua para los cuatro condenados por el triple crimen de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, ocurridos en 2008 en la localidad bonaerense de General Rodríguez.
Fuentes judiciales explicaron que el fallo de la sala III del tribunal confirmó las penas para los hermanos Cristian (38) y Martín Lanatta (39) y Víctor (31) y Marcelo Schillaci (32), quienes el 20 de diciembre de 2012 fueron condenados por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Mercedes.
Según el fallo al que accedió Télam, los camaristas Ricardo Borinski y Víctor Violini no hicieron lugar a los recursos de los defensores, que consideraron «arbitraria» la valoración de la prueba.
Además, en el mismo fallo, los camaristas le pidieron a la Justicia de Garantías de Mercedes que reitere la orden de captura nacional e internacional del prófugo Ibar Esteban Pérez Corradi, considerado autor intelectual de los crímenes.
En el debate oral, las dos parejas de hermanos fueron condenados como coautores del delito de «privación ilegal de la libertad agravada en concurso real con homicidio agravado por ensañamiento, alevosía y por la participación de más de dos personas».
Para el tribunal 2 de Mercedes, el móvil de los homicidios fue que las víctimas querían entrar al negocio del tráfico de efedrina y esto ponía en riesgo el negocio de Martín Lanatta y, su socio Pérez Corradi.
Para los jueces, Martín Lanatta convocó a las víctimas al hipermercado Wal Mart de Sarandí y Cristian Lanatta los redujo en la casa de la calle Videla, en Quilmes, junto a los hermanos Schillaci, lo cual confirmó Casación.
El hecho se inició el 7 de agosto de 2008, cuando Forza (34), Ferrón (37) y Bina (35) fueron convocados al Wal Mart de la localidad bonaerense de Sarandí para participar de una reunión presumiblemente vinculada con la venta ilegal de efedrina.
«Los homicidios tuvieron por finalidad desplazar definitivamente a quienes se perfilaban, cada vez con más fuerza y mejor organización como competidores en el negocio ilegal de la efedrina», consideraron Violini y Borinski.
Entonces, como Forza, Ferrón y Bina habían formado una sociedad, «la solución definitiva del problema exigía la exterminación de todos los socios», señaló el fallo, en el que se destacó que Pérez Corradi designó a Martín Lanatta para convocar a los cómplices y ejecutar el plan, debido a su manejo de las armas de fuego.
Se cree que, desde el supermercado, los tres hombres fueron llevados -bajo su consentimiento o privados de la libertad- hasta la casa de Cristian Lanatta, ubicada en la localidad bonaerense de Quilmes, lo cual también confirmó Casación en base al análisis de la ubicación de los celulares de los imputados y las víctimas.
Las tres víctimas fueron asesinadas a balazos de espalda por dos tiradores, uno de ellos disparando con la pistola de Forza, y sus cuerpos fueron posteriormente guardados en algún freezer.
Luego, los cadáveres fueron arrojados en un zanjón del partido de General Rodríguez, donde fueron encontrados seis días después, el 13 de agosto, con signos de haber estado maniatados con precintos.
Algunos indicios que valoraron los jueces son que Martín Lanatta se comunicó con Forza hasta muy poco antes de la desaparición de la víctima en la zona de Quilmes y luego los celulares tanto de víctimas como de imputados se activaron y desactivaron en Quilmes y General Rodríguez.
Por ejemplo, las víctimas estuvieron casi una hora en la antena que abarca la zona de Nicolás Videla 321, casa de Cristian Lanatta entre las 13.02 horas y las 13.54 horas.
En tanto, los móviles de algunos de los acusados reaparecen en escena en la zona de Galicia y Terrada de la Capital Federal, donde fue hallada incendiada la camioneta Gran Vitara de Ferrón.
Casación valoró también a un testigo al que Martín Lanatta le confesó los crímenes y otro que escuchó que los Schillaci se jactaban de haberlos cometido y de haber cobrado 200.000 pesos por ello.