Padres de alumnos de “El Tejado” reclamaron por la falta de elementos de seguridad en la línea 500

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Los padres de los alumnos de la escuela rural El Tejado, que milagrosamente salieron del colectivo de la empresa El Nuevo Ceibo incendiado el pasado martes 3 de julio, no quisieron dejar pasar el hecho como un acontecimiento accidental. Por ese motivo el viernes siguiente se hicieron presentes en la municipalidad de General Rodríguez y no solamente entregaron un petitorio que contenía duros conceptos contra las autoridades de la Línea 500, sino que mantuvieron, por casi una hora, un encontronazo cara a cara con el intendente Juan Pablo Anghileri, quién justamente salía de su oficina para reunirse con las autoridades de protocolo nacional que organizaban la llegada de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El cruce de las partes intervinientes fue áspero. Eran cerca de 20 padres que estaban discutiendo y pidiendo que definitivamente se le corte la concesión a la empresa encargada del servicio de pasajeros local, a la cuál hacían plenamente responsable de lo ocurrido. También se solicitaba que dentro del ámbito de tránsito municipal, se haga un seguimiento serio y constante a los micros, los cuáles, aseguraban los manifestantes a los gritos, no están en condiciones de circular por las calles rodriguenses. María Isabel, madre de un alumno de 2º año fue concluyente: “Queremos que se termine toda la injusticia que hay alrededor de la Línea 500 y que por favor ingrese otra línea de transporte para mayor seguridad para los niños como para aquellos pasajeros que lo abordan todos los días desde los distintos barrios”.
Se debe recordar que el día señalado, apenas pasadas las 8 horas, el interno 18 de la Línea 500 se encontraba llevando a más de 40 personas que se dirigían a la escuela rural El Tejado ubicada en la intersección de las rutas 6 y 24. Transitando por ésta última arteria y apenas pasado el cruce con la calle Corrientes, un fuerte humo comenzó a salir de la parte delantera. Advertido el chofer por los propios pasajeros, frenó el vehículo a un costado de la cinta asfáltica y allí las llamas comenzaron a ganar espacio en el interior. Con la ayuda del celador del establecimiento escolar, rápidamente se evacuó el colectivo por la puerta trasera. A los pocos minutos el colectivo era una bola de fuego, por lo que tuvieron que intervenir los bomberos voluntarios, para después de un arduo trabajo extinguirlo definitivamente.
Anghileri, como parte de su explicación de lo ocurrido y para despegar la responsabilidad del municipio, manifestó que el servicio que estaba prestando la empresa en el momento del incidente no era de línea, sino que había sido contratado en forma directa por la institución educativa. Los padres, lejos de entender estas explicaciones, hicieron hincapié en la falta de control y de una connivencia política entre la familia Arguissaín (propietaria de la Línea 500) con parte de las autoridades. “Desde que asumí como intendente siempre me ocupé que circulen solamente los vehículos que tengan los papeles en orden”, dijo el jefe comunal quién agregó: “Para hacer servicios particulares el permiso no lo da la municipalidad sino la CNRT (Comisión Nacional de Regulación del Transporte)”.
La charla, que en algunos momentos se tornó discusión, fue seguida de cerca por los concejales Gonzalo Graña y Carlos Paz, a los que después se agregaron algunos integrantes del departamento ejecutivo que fueron a tratar de calmar a los vecinos y así evitar que el tema genere algún tipo de violencia.
Los firmantes del petitorio, aprovechando la ocasión, añadieron al problema generado con el colectivo, el pésimo estado de la Ruta 24. “Es imposible circularla y todos estamos muy preocupados cada vez que nuestros chicos salen para la escuela”, dijo una de las mamás más exaltadas quién agregó que “Por los pozos ya es imposible transitarla”. Sincerándose ante la situación, Anghileri indicó sin reparos, que la obra de reparación del asfalto que une General Rodríguez con el hospital Baldomero Sommer está paralizado por el grave estado económico que atraviesa la provincia de Buenos Aires. Esta excusa, que no hizo otra cosa que mostrar la realidad, lejos de tranquilizar los ánimos, pareció exasperar aún más a los papás, quienes empezaron a esgrimir epítetos de grueso calibre contra no solamente el gobernador Daniel Scioli, sino también contra la propia presidenta Cristina Fernández de Kirchner. “No mezclemos las opiniones políticas de ustedes con respecto al gobierno con lo que pasó con el incendio”, alcanzó a decir el jefe comunal como para que el tema de discusión no se desvíe.
Las conclusiones a las que se llegaron están relacionadas con los pasos a seguir. Por el lado del departamento ejecutivo se realizará un nuevo control sobre los vehículos de El Nuevo Ceibo y desde el Concejo Deliberante se recibió el martes a los padres para evaluar los pasos a seguir con las ordenanzas vigentes.