El comienzo de la segunda ola prevé una situación compleja en la estructura sanitaria. La ocupación de camas en el hospital Mariano y Luciano de la Vega llega al 85% y en el modular de Cuartel V llega al 70%, aunque en esta última institución todos los internados están infectados de coronavirus, mientras que el nosocomio ubicado en el centro de Moreno contempla diversas patologías. ¿Hay riesgo de colapso del sistema en Moreno ante el crecimiento exponencial de los casos de COVID 19? Los especialistas consideran que no –al menos en la próxima semana-, aunque hay preocupación sobre todo en torno al cansancio de los trabajadores de la salud.
Ante la presencia de la denominada segunda ola de coronavirus en la República Argentina, especialmente en el AMBA, la situación en Moreno se complejiza. Fuentes sanitarias consultadas plantean un panorama complicado en la estructura sanitaria del distrito. El hospital provincial Mariano y Luciano de la Vega tiene 205 camas -17 de ellas de terapia de intensiva- y una ocupación del 85%. Aún la incidencia de enfermos de coronavirus en esta estadística no es significativa, siendo la mayoría personas que sufren de otras patologías. El incremento sostenido de los contagios puede crear una demanda difícil de atender. Igualmente existe la posibilidad de ampliar las camas de terapia intensiva a 30.
El centro sanitario que está totalmente abocado a la atención de casos de COVID es el hospital modular de Cuartel V, emplazado al lado de la UPA 12 y construido especialmente para enfrentar la pandemia. El 70% de sus 76 camas -24 de terapia intensiva- están ocupadas. En la región sanitaria VII – que incluye a Moreno, Hurlingham, Morón, Ituzaingo, Tres de Febrero, Merlo, General Las Heras, Gral. Rodríguez, Marcos Paz y Luján – están cerrados la mayoría de los nosocomios creados para afrontar este contexto, motivo por el cual son derivados los enfermos de otros distritos hacia Moreno. Se espera que exista la decisión política de reabrirlos, lo que permitiría que se descomprima esta presión.
Hay un dato, al menos, desalentador. La misma fuente reveló que conjuntamente en el hospital Mariano y Luciano de la Vega y el modular, están realizando 320 hisopados en promedio, sumado a los cerca de 400 que lleva a cabo el municipio local – a través de su Secretaría de Salud -. En total, más de 700 diarios. Si aumenta la positividad, la estructura sanitaria crujirá, aunque no prevén un colapso en el corto plazo. Pero es un pronóstico volátil, que puede quedar desacreditado en los próximos días ante un crecimiento exponencial de casos confirmados.
Médicos, enfermeros, personal administrativo, de limpieza y de cocina -entre tantos otros que integran el sistema sanitario- le ponen el cuerpo a la pandemia desde hace más de un año. Están extenuados. No es una novedad decir que es un factor fundamental para brindar la asistencia. Con salarios magros –más teniendo en cuenta el esfuerzo cotidiano – y casi sin descanso, se preparan para enfrentar esta segunda ola. La única manera de tenderles una mano, es cuidarnos. Y cuidar a los demás. No hay que bajar los brazos, ni subestimar la enfermedad.