Un panadero de General Rodríguez baleó a dos jóvenes en un confuso suceso: uno de ellos murió

En una situación por demás confusa y que está llevando a una profunda investigación, un joven de 26 años murió en la madrugada del pasado 24 de mayo y su hermano de 40 resultó gravemente herido. Por el caso está detenido un comerciante de barrio Parque Rivadavia de General Rodríguez, a quien la investigación llevó a indicarlo como el autor de los disparos.

Eran cerca de las 5 de la mañana y era un día laboral previo al feriado del 25 de Mayo. En la calle Los Artesanos casi Almafuerte del barrio Agua de Oro la luz era casi nula y la noche seguía siendo la que primaba esperando la salida del sol en pocas horas más.

Juan Ángel Maldonado de 26 años y Elías Daniel Maldonado de 40 circulaban con una moto a pocos metros de sus viviendas, saliendo en ese horario a realizar unas changas en un camión de repartos de la empresa La Serenísima.

La actividad rutinaria que realizaban esta vez se truncó. Cinco disparos de arma de fuego les impidieron seguir su trayecto y quedaron tirados en el piso. Los estruendos escuchados en la silenciosa madrugada, hicieron que rápidamente salieran los habitantes de la cuadra (muchos de ellos familiares), siendo el sobrino de ambos de 18 años el primero en encontrarse con el tétrico panorama.

Desde ese momento y debido al estado de emergencia, todo comenzó a movilizarse a mucha velocidad. Juan Maldonado, que presentaba en el patio de la casa con una herida de bala en la zona del tórax, fue subido a un auto particular y llevado al Hospital Vicente López y Planes, mientras que Elías Maldonado, que apareció en la zanja de enfrente con un tiro en el abdomen, se logró que se lo lleve la ambulancia del SAME al mismo centro asistencial.

La suerte de los heridos médicamente fue disímil desde un primer momento. Juan por su estado delicado y por haberle el plomo generado problemas en varios órganos vitales, falleció en el momento en que se encontraba en el quirófano. Elías, por su parte, quedó en observación en la guardia y si bien presentaba problemas en el intestino, con el transcurrir de las horas el peligro de muerte fue decreciendo.

Conocido el resultado del trágico episodio, comenzó la investigación por parte de la policía. Tomando testimonio a los vecinos de la zona, se pudo establecer que, minutos antes de escucharse las detonaciones, una camioneta Kangoo de color gris había realizado dos bocinazos, reconociendo al dueño de la misma como Héctor Oscar Coronel, de 57 años, quien posee una panadería en la calle General San Martín de Parque Rivadavia y diariamente en ese horario iba a buscar a uno de sus empleados, al lugar donde se terminó generando el incidente.

Apuntadas todas las posibilidades a esta arista investigativa, se llevó adelante en el transcurso de la mañana, un allanamientos en el comercio – vivienda  de Coronel, donde se pudieron incautar una importante cantidad de municiones de distintos calibres. Entre ellos se secuestraron cuarenta balines metálicos esféricos calibre 5,5; quince cartuchos de culata metálica dorada y vaina plástica color rojo intactos calibre 14, marca “ORBEA”; un cartucho de similares características calibre 32; veinticinco vainas servidas de color rojo; treinta y nueve proyectiles calibre 22 y veinticinco vainas servidas calibre 38. También se llevó la policía varios carnets de portación de armas a nombre del propio Coronel, el cual al final del trabajo terminó quedando detenido, a disposición del fiscal Federico Luppi, de la UFI Nº 10 de General Rodríguez, quien caratuló la causa como “Homicidio y homicidio en grade de tentativa”.

Más allá del dolor que encerró la muerte de Juan Maldonado, entre sus familiares y vecinos no encontraban explicaciones acerca de la motivación que pudo haber llevado a Héctor Coronel a disparar a mansalva contra la humanidad de los hermanos, en la madrugada del 24 de mayo pasado.

En un principio las especulaciones de los investigadores indicaban la posibilidad de existir algún tipo de problema preexistente entre las partes o que pudo previamente generarse una intención de robo, pero ambas están casi descartadas.

Hoy lo único que se puede considerar como posibilidad concreta, es que Coronel (en caso de encontrárselo como autor material del hecho), haya disparado contra los Maldonado porque intuyó que podría ser parte de un robo. La aparición en el medio de la noche de una moto con dos personas y el hecho que ambos estaban vestidos con ropa oscura y campera que tapaba parte de su rostro, es algo que hace pensar que quien estaba en su camioneta “primerió” la situación y directamente disparó sin tomar en cuenta de quienes eran realmente las personas a las que apuntaba.

Un dato no menor y que se debe destacar, es que la persona que Coronel fue a buscar para que vaya a trabajar a su panadería, es familiar de los baleados, por lo que le da mayor fuerza a la arista investigativa sobre el desconocimiento hacia quienes venían en la motocicleta.