Referentes de los derechos humanos, familiares y víctimas del terrorismo de Estado, organizaciones sociales, culturales y políticas y escuelas secundarias llenaron la calle frente al ex centro clandestino de detención Pozo de Quilmes para conmemorar un nuevo 24 de marzo y participar del acto de inauguración del sitio de memoria. Bajo las consignas «verdad, justicia y memoria» y «30.000 compañeros desaparecidos presentes, ahora y siempre», el acto fue organizado por el Consejo para la memoria, defensa y promoción de los derechos humanos Pozo de Quilmes, integrado por la Comisión Provincial por la Memoria, el Colectivo verdad, justicia y memoria de Quilmes, la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia y el Municipio.
En una nueva conmemoración del 24 de marzo, cerca de mil personas participaron de las actividades que se realizaron frente al ex centro clandestino de detención Pozo de Quilmes. El acto marcó al mismo tiempo la inauguración del ex CCD como sitio de memoria, recientemente creado por ley de la Legislatura provincial. La recuperación de estos espacios consolidan las políticas de memoria, tienen un importante valor reparatorio, y fundamentalmente permiten resignificar estos lugares del horror como espacios para la promoción y defensa de los derechos humanos de hoy. El Pozo de Quilmes fue uno de los diez centros clandestinos de detención que operaron en el partido.
Estuvieron representantes de cada una de las organizaciones e instituciones que conforman el Consejo del sitio para la memoria, defensa y promoción de los derechos humanos Pozo de Quilmes: el presidente de la CPM, Víctor Mendibil, Arturo Blatezky por el Colectivo verdad justicia y memoria de Quilmes, y José Estevao por el municipio de Quilmes. Además de estos oradores, el acto contó con la participación en el escenario de los sobrevivientes del CCD Emilce Moler, Walter Docters, Atilio Servin y Rubén Schell.
“Hace 41 años acá intentaba quebrarse las luchas populares. Hoy estamos recuperando una parte del edificio. Se va a convertir en un lugar de la vida, va a ser un lugar de encuentro de la comunidad para construir una sociedad más igualitaria. Y no me quiero olvidar que estamos acá gracias a la lucha colectiva de los sobrevivientes que resistieron, que reclamaron justicia durante tantos años y que, todavía hoy, siguen luchando”, expresó Víctor Mendibil. El presidente de la CPM también destacó la pluralidad y representatividad del espacio que tendrá a cargo su la gestión del Pozo de Quilmes.
Además de Mendibil, estuvieron presentes el secretario de la CPM, Roberto Cipriano García, y la directora general, Sandra Raggio.
El primer 24 de marzo en el Pozo de Quilmes como sitio de memoria reconocido legalmente marca también una línea de trabajo que se ha propuesto el Consejo directivo: abrir este lugar a la comunidad para activar las memorias locales, para que los quilmeños puedan conocer qué pasó en la localidad y, fundamentalmente, para trabajar colectivamente con escuelas, organizaciones e instituciones de la zona en la promoción de la memoria y la defensa de los derechos humanos hoy, y su vinculación con la educación, el territorio y la justicia.
En ese sentido, Arturo Blatezky indicó que: “En Quilmes siempre hubo mucha lucha obrera y, por lo tanto, mucha represión. Acá pasaron personas con historias, con familias, y tenemos el compromiso -desde el sitio- de recuperar esas memorias que son memorias de dolor y resistencia. Y necesitamos hacerlo con la comunidad para llenar de vida este lugar tan marcado por el horror de la última dictadura militar. Este pueblo está demostrando que vencimos el genocidio”.
Finalmente, el representante del Municipio de Quilmes, José Estevao, señaló: “En este acto confluyen dos sensaciones: el repudio por el golpe militar y la alegría de avanzar en la recuperación de este lugar, de un lugar que queremos que las fuerzas policiales abandonen para ser apropiado por la comunidad quilmeña como un lugar para la memoria y la promoción de los derechos humanos”.
El cierre del acto estuvo a cargo del sobreviviente Rubén Schell que, mientras se reproducían los nombres de las víctimas del terrorismo de Estado que pasaron por el Pozo de Quilmes, recordó su paso por el ex CCD y a los 30.000 desaparecidos. Su testimonio fue el preámbulo para que la orquesta de música popular de la Escuela Secundaria 64 de Moreno interpretara el Himno a la alegría. Luego de la intervención artística, Schell volvió a tomar la palabra y prendió la primera vela que dio inicio a la vigilia, frente al Pozo de Quilmes.
A 41 años del último golpe militar, el aniversario de esta fecha emblemática en nuestra historia refuerza, una vez más, el significado político, pedagógico y democrático de la memoria: recordamos para seguir luchando por el respeto irrestricto de los derechos humanos.