En la madrugada del 21 de diciembre nuevamente la información se trasladó al bar ubicado en la Ruta 28 en la entrada del barrio El Ombú de General Rodríguez. Una vez más el comercio recibió la llegada de funcionarios judiciales, policiales y municipales; ante una denuncia por trata de blancas e inhabilitación para poder desarrollar una actividad comercial.
La presencia de automóviles y camionetas en la playa de estacionamiento y las luces encendidas de colores, fue lo que derivó en que se tome en cuenta el reclamo vecinal, el cual se basa en que este tipo de negocio trajo mucha inseguridad en la zona.
Fue cerca de la una de la madrugada cuando miembros de la fiscalía a cargo del Dr. Oscar Reggi, en conjunto con personal de la Secretaría de Economía, hicieron su ingreso al local. En el interior se notó la presencia de mujeres que estaban junto a ocasionales “clientes”, dejando en claro que en el lugar se realizaba actividad económica relacionada con sexo.
Nuevamente con la fachada de una parrilla se escondía una actividad ilícita. Por ese motivo el secretario de economía Ezequiel Drago, fue quién inició un acta similar a la que se realizó meses atrás, cuando ya se había clausurado.
Dado que el procedimiento se puso difícil, se requirió la presencia de personal de Gendarmería Nacional, la cual llegó a los pocos minutos y allí se labraron las actuaciones.
Según lo que se pudo constatar, las mujeres que ejercían la prostitución, indicaron que lo hacían de propia voluntad y sin “trabajar para nadie”. A diferencia del procedimiento anterior, no había menores ni estupefacientes, lo que hizo que no se produzcan detenciones y quede solamente en una clausura comercial.
Al finalizar el trabajo, Drago fue consultado por nuestro medio y dijo: “Cuando notamos que la actividad se estaba desarrollando en el local, llamamos a Gendarmería y procedimos a actuar. Al ingresar notamos la presencia de mujeres que charlaban con clientes, ofreciéndose a cambio de dinero. Por ese motivo es que pasamos al cierre del lugar”.
Más adelante agregó el funcionario municipal: “Al ser interrogadas las señoritas nos dijeron que estaban trabajando para ellas. No encontramos otras irregularidades, por lo que le dimos intervención a la fiscalía del Dr. Reggi y procedimos a la clausura y a enviar las actuaciones a la justicia y a la Dirección de Inspección General para que labre las multas que correspondan”.
Los vecinos enterados de la actividad municipal, mostraron su satisfacción y pidieron que sea el cierre definitivo de este tipo de actividad.