Asesinan de un disparo a quemarropa a un joven en General Rodríguez

Bobecik1.jpg

Martín Ricardo Bobecik, un joven de 27 años, fue asesinado a sangre fría, de un disparo efectuado con un arma calibre 38 que dio en su abdomen.
La noticia generó una gran congoja en toda la sociedad, dado que el dolor era inocultable ante otra muerte absurda ocurrida en General Rodríguez producto de la inseguridad. Familiares y amigos de la víctima que llegaban a la casa ubicada en la calle Güemes y Da Vinci del barrio San Pedro (La Fraternidad norte), quedaban absortos ante la realidad que les tocaba vivir. Ese muchacho lleno de positivismo, querible por donde se lo mire, trabajador y especialmente buena persona, yacía en el piso desangrado, producto del accionar de un delincuente que, en pocos segundos, decidió sin tapujos, que ya no tenía que vivir más.
El lamentable hecho ocurrió la madrugada del martes 4 de febrero mientras Bobecik estaba descansando en su casa tipo alpina donde residía en solitario. Atrás había quedado el primer día de la vuelta al trabajo (regresaba de las vacaciones), en un camión que realiza movimientos internos en la empresa Logística La Serenísima perteneciente a Transportes Pérez Mastellone.
Por lo que se pudo evaluar en las primeras imágenes que dejó el asesinato, un delincuente ingresó a la vivienda por la puerta trasera de la vivienda y luego de recorrer unos metros se encontró con la figura de Bobecik, quien durmiendo en el altillo habría escuchado la presencia extraña en la planta baja. Tomando en cuenta la posición en que quedó el cuerpo en el piso, los investigadores indicaron que es muy factible que el inoportuno visitante, no lo haya dejado bajar ni siquiera la totalidad de la escalera, por lo que se estima que, a sangre fría, le disparó al cuerpo, haciendo que la única bala calibre 38 que utilizó, impacte en la zona del abdomen produciéndole la muerte.
Hasta el momento no se pudo determinar el horario exacto en que sucedió el crimen. Los vecinos, que no escucharon ningún ruido de arma de fuego por la distancia existente entre las casas (zona de quintas principalmente), especulaban en que se pudo haber producido en dos momentos en que se registraron situaciones extrañas: la primera cerca de la una de la madrugada, cuando se escuchó el paso de una moto desconocida para los habitantes del lugar con un sonido importante que salía desde su caño de escape y el segundo, ya cerca de las 4, en el momento en que los perros del barrio literalmente ¨se volvieron locos¨ ladrando por el término de varios minutos, sin saberse a ciencia cierta el motivo que los desesperó de sobremanera.
Lo cierto es que hasta el momento son todas especulaciones puesto que no había testigos que puedan brindar detalles más concisos de lo ocurrido ante la policía que lleva adelante el caso.
DESOLACION
Ya consumado el asesinato, la difícil situación de enfrentar el momento de encontrar el desalentador panorama, recayó en el hermano menor de Bobecik, quien fue a la vivienda con el fin de sacar el automóvil y salir a trabajar en el reparto de productos químicos.
Pensando que ¨se había quedado dormido¨ pasó la puerta y se le produjo un verdadero shock al encontrar a Martín tirado en el piso, al lado de un charco de sangre. Rápidamente llamó a sus familiares más cercanos y a los pocos minutos ya el patio externo del terreno, se comenzó a poblar de gente allegada que no podían evitar la consternación por la situación que les tocaba vivir.
Toda esa angustia por buscar una explicación a la situación, hizo que se genere un momento de real tensión cuando llegaron al lugar las autoridades policiales acompañadas por el director de seguridad municipal Daniel Evangelista. A ellos, familiares y amigos, le recriminaban no tomar una acción directa contra el delito y el no desarrollar un plan de prevención eficiente para evitar este tipo de hechos delictivos.
Minutos más tarde llegó al lugar el personal de la DDI Mercedes con asiento en General Rodríguez, quienes serán los que directamente comenzarán a desarrollar el trabajo de investigación para evacuar las dudas que ha dejado el caso como, por ejemplo, si fue uno o más delincuentes lo que actuaron durante la madrugada del martes.
Un dato no menor que servirá seguramente para estudiar el crimen, es que el malhechor, no se terminó llevando ningún elemento de valor que había en el lugar (ni siquiera el celular), por lo que las primeras teorías indicarían que el disparo se produjo apenas el caco ingresó a la vivienda y que posiblemente se trate de una persona inexperta en el ámbito delictual, dado que ante la caída de Bobecik al piso, es probable que la situación lo haya superado y se dio a la fuga inmediatamente, tratando de no dejar ningún tipo de rastro que lo pueda marcar como el culpable en el futuro.