Cinco personas fueron detenidas el viernes 7 de junio al estar acusadas de ser integrantes de la peligrosa banda que, el 31 de mayo pasado, asesinó a balazos, en un asalto, a Pablo Quiroga, quien era efectivo de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA), en la localidad bonaerense de Moreno.
Uno de los miembros de la gavilla había sido fusilado, accidentalmente, por uno de sus cómplices, en otro robo callejero que los malvivientes pretendieron consumar momentos después de la ejecución del uniformado y en este caso en perjuicio de 4 jóvenes, en José C. Paz, en un raid de características dramáticas y espectaculares.
Los voceros de los tribunales de Moreno – General Rodríguez afirmaron que los implicados – 2 hombres de 59 y 28 años, y 3 mujeres, de 42, 26 y 18- fueron apresados en una finca situada en Bonpland al 5200, en Cuartel V, en Moreno.
De acuerdo a lo manifestado por los informantes, los servidores públicos de la comisaría 1º de Moreno, con el apoyo de los pesquisas de la Dirección Departamental de Investigaciones (D.D.I.) de Moreno – General Rodríguez, incautaron el cargador de una pistola Astra, un chaleco antibalas, un chaleco refractario con la inscripción Policía Federal Argentina, correajes tácticos, numerosas municiones y patentes con pedidos de secuestro. Se cree, en tal sentido y en base a los elementos encontrados por los investigadores, que los ladrones consumaban algunos de los robos disfrazados con uniformes policiales.
Un individuo llamado Julio Rodrigo, de 18 años y que pereció tras ser baleado en el cruce de Blanco Encalada y Piñeiro, en José C. Paz, por uno de sus compinches horas después del asesinato del gendarme, se encuentra sindicado como otro de los integrantes de la banda de criminales.
Trascendió que la menor de las mujeres capturadas era la novia del hampón fallecido. Quiroga había sido asesinado en Tupungato al 600, casi en la esquina con Guatemala, en Moreno, en las inmediaciones del hipermercado Coto.
Intensos rastreos Gracias a la identificación de vehículos de las marcas VW Senda y Renault 9 -supuestamente utilizados por los criminales- y luego del rastreo de un teléfono celular que los forajidos le habían sustraído a la infortunada víctima, se individualizó a los marginales.
Autoridades de la Jefatura Departamental de Moreno, de la Superintendencia de Seguridad del Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) de la Zona Oeste y de la Superintendencia de Investigaciones en Función Judicial de la Policía de la Provincia de Buenos Aires se encargaron de supervisar los diferentes procedimientos.
Miembros de la Gendarmería Nacional a su vez colaboraron en las diligencias. Intervino en el expediente, que fue caratulado “Homicidio criminis causae”, la doctora Luisa Pontecorvo, a cargo de la de la Unidad Fiscal N° 3 del departamento judicial de Moreno y General Rodríguez.