El 10 de junio se conmemoró el 70 aniversario de la promulgación del Decreto N°12689/45 que dio origen a lo que años después se estableció como el Día de la Seguridad Vial en nuestro país. La conmemoración tiene como base el hecho de que en aquel entonces se le haya encargado a la Administración General de Vialidad Nacional la instrumentación de distintas medidas viales entre las cuales la más destacada fue el cambio de mano de los vehículos que, a la usanza inglesa, era hasta entonces a la izquierda. De esta manera se pretendía reducir el elevado número de accidentes que se producían en todo el país en relación con el parque automotor de entonces. El hecho de circular por la izquierda impuesto por los ingleses, se origina en el ordenamiento del tránsito de los jinetes por las precarias calles de entonces, tomando como base la protección de los peatones. En general quienes montaban a caballo solían tener la fusta en la mano derecha y al circular por la izquierda se evitaba golpear con la misma a los peatones que caminaban por las veredas. Con el advenimiento de los vehículos a motor, tal medida ya no tenía sentido.
Hoy en día el flagelo de la inseguridad vial se ha convertido en la octava causa de mortalidad a nivel mundial y algo similar ocurre en nuestro país. A título de ejemplo, y tomado como base cifras oficiales, actualmente muere el doble de argentinos en siniestros viales en comparación con los hechos de “inseguridad personal” que es uno de los dos primeros temas que nos preocupan como ciudadanos
Un verdadero toque de atención lo hemos recibido hace muy pocos días con la publicación de las estadísticas del Foro Internacional del Transporte (ITF), que depende de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y que celebró su cumbre anual en Leipzig (Alemania). La Argentina ocupa el último puesto entre los 32 países miembros de la entidad en lo referente a muertos en siniestros viales cada cien mil habitantes. Viendo el vaso medio lleno debemos decir que en dicho grupo están los países, supuestamente más desarrollados en temas viales, según los datos oficiales provistos por sus propios gobiernos.
Solo en 2013 murieron en nuestras rutas 5.209 personas, esto representa 12,3 muertes cada cien mil habitantes, o lo que es lo mismo cuatro veces y media más que las cifras de Suecia que ostenta un ratio de 2,8 muertes cada cien mil habitantes.
Queda mucho por hacer en materia de seguridad vial. Los puntos más importantes para trabajar en lo inmediato pasan por la educación, el sistema de otorgamiento de licencias de conducir, los procesos de control y sanción que son casi inexistentes, la modificación y aplicación de leyes más severas para aquellos que generan siniestros viales graves fruto de su negligencia, la modernización de nuestra red vial y ferroviaria y el mejor equipamiento de seguridad de nuestros vehículos.
Es indispensable no seguir perdiendo vidas en tragedias evitables. Hoy es un buen día para comenzar a hacerlo.
Fuente: Prensa OVILAM