La víctima tiene 26 años y cuatro hijos. A principios de este año llegó desde Santiago del Estero con la promesa de una mejor calidad de vida junto a un joven que conocía desde adolescente. Arribó a Cuartel V, al barrio San Norberto, donde fue obligada a ejercer la prostitución. Además de abusar sexualmente de ella, la golpeaban y la quemaban con cigarrillos. En un descuido de sus captores, tomó un celular y llamó al 911. Fue rescatada y hay tres detenidos.
La terrible odisea de una mujer de 26 años y madre de cuatro hijos comenzó en el verano de este año. Un sujeto, al que conocía desde hacía al menos una década, comenzó a cortejarla y le prometió una vida sin las privaciones de su Santiago del Estero natal. Con ese horizonte viajó a Buenos Aires, dejando a sus chicos a cuidado de familiares, con el objetivo de llevarlos cuando estuviera asentada. Arribó en marzo al barrio San Norberto de la localidad morenense de Cuartel V.
A poco de llegar, este individuo -identificado como Martín Subelza de 28 años- dio rienda suelta a la violencia. La golpeaba periódicamente y le prohibió salir de la humilde casa, además de sacarle el documento de identidad. El paso siguiente fue llevarla caminando, durante la noche, hasta la esquina de Ruta 24 y Ricchieri, donde la obligó a prostituirse. No estaba solo, contaba con la asistencia de dos personas más para mantener reducida y aterrorizada a la joven.
Cuando el dinero que recaudaba la víctima no era suficiente, la sometían a malos tratos. Incluso la quemaban con cigarrillos en distintas partes del cuerpo y la hacían dormir en el baño, sin abrigo, sobre el suelo desnudo. Era violentada para que consumiera drogas. También la habrían presionado para vender la humilde casa que ocupaba en Santiago del Estero y estos individuos se quedaron con el dinero producto de la transacción inmobiliaria. Serían unos 60.000 pesos.
El viernes 9 de julio fue abusada sexualmente y de manera violenta por Subelza, además de agredirla brutalmente. Ante un descuido de este sujeto, tomó un teléfono celular y llamó al servicio de emergencia 911. Un móvil del Comando de Patrullas de Moreno se presentó en el lugar y rescataron a la mujer y detuvieron a Subelza. Para destacar el accionar profesional de los uniformados intervinientes.
El testimonio de la mujer fue desgarrador, afirmaron nuestras fuentes. En medio del llanto y la angustia relató el calvario que vivía. Con la rapidez que ameritaba el caso, llegaron los resultados de las pericias médicas, las cuales confirmaron la declaración de la joven. La causa recayó en la UFI Nº 7 del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez, donde existe un gabinete especializado en explotación sexual.
El fiscal Raúl Villalba – junto a los Dres. Emilse Escabosa, Mariano Cobas y Jorge Sebastián Robledo- trabajaron expeditivamente. Además de contener a la víctima, plasmar el relato en el expediente judicial, realizaron el trabajo de campo para ubicar la casa donde la mantenían cautiva. Imputaron a Martín Subelza por los delitos de “Lesiones leves agravadas por haber sido cometidas contra una persona con la que mantiene una relación de pareja y mediar violencia de género reiterada y amenazas. Explotación económica del ejercicio de la prostitución, agravada por haber sido cometido mediante amenazas, aprovechando la situación de vulnerabilidad y por resultar conviviente. Abuso sexual agravado por el acceso carnal”. La pena en expectativa es de 6 a 15 años de cárcel en caso de ser encontrado culpable en un Tribunal Oral. Trascendió que pesaba sobre él una condena a 18 meses de prisión por un delito que no trascendió, pero que ahora deberá cumplirla de manera efectiva.
El martes 13 de julio la pareja conformada por Leandro Waldemar Esquivel (22 años) y María Belén Vásquez (35 años) fue aprehendida por la DDI de Moreno y General Rodríguez. Fueron sindicados como los cómplices de Subelza. Vivían en el mismo predio y los voceros indicaron que también venderían drogas en la zona. Sobre Esquivel pesaba un pedido de captura por tenencia de arma de guerra. Los vecinos les temían. Fueron acusados por el delito de “Explotación económica del ejercicio de la prostitución, agravada por haber sido cometido mediante amenazas, aprovechando la situación de vulnerabilidad”. El Código Penal Argentino marca un castigo de 5 a 10 años de encierro en una unidad carcelaria. Todas las medidas fueron avaladas por la Dra. Adriana Julián, titular del Juzgado de Garantías Nº 1 del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez.
Las fuentes consultadas indicaron que la víctima está siendo asistida por un cuerpo de psicólogos. Podría volver a su provincia de origen en los próximos días, con el compromiso de regresar en momentos que la justicia lo requiera.