Vigilador privado mató a delincuente que intentó asaltarlo

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Un vigilador privado mató de un disparo en la cabeza a un ladrón que, junto a tres cómplices, intentó asaltarlo cuando se dirigía hacia su trabajo. El empleado de la empresa de seguridad “Federal Service S. R. L.”, luego de repeler la agresión, siguió su camino. Al día siguiente, cuando fue aprehendido por la Policía en su domicilio, habría señalado que no había advertido uno de los malvivientes había caído mortalmente herido.
Cerca de las 5 de la mañana del pasado jueves 21 de junio, cuatro delincuentes intentaron asaltar a una persona que transitaba por la calle Lafinur, casi esquina Segurola, en el barrio Indaburu -zona norte de Moreno-. Trascendidos indican que los malvivientes incluso habrían disparado para amedrentarlo. Pero no contaban con la posibilidad que este sujeto también estuviese armado. En medio de la oscuridad, se escuchó otra detonación. Los ladrones huyeron, dejando atrás a uno de sus cómplices tirado en la vereda. La frustrada víctima del atraco siguió su camino rumbo al trabajo.
Un vecino llamó al servicio de emergencia. Patrulleros de la seccional 8º de Catonas arribaron a la zona. En la esquina de Lafinur y Segurola encontraron el cuerpo sin vida de un joven. Una fuente indicó que en cercanías al cadáver los uniformados secuestraron un pistolón y un revólver calibre 22 largo.
Pasaron un par de horas hasta que pudo ser identificado. Se trataba de Ezequiel Eduardo González de 19 años de edad. El disparo lo había alcanzado en la cabeza, sin orificio de salida. Su muerte fue instantánea.
Aunque los investigadores contaban con un sospechoso, recién durante el mediodía del día siguiente se produjo la detención. Los datos filiatorios señalaban a una persona de 32 años, de nacionalidad paraguaya, domiciliado en la zona y que presta servicios en la empresa de seguridad “Federal Service S. R. L.”.
La partida policial no tuvo problemas para proceder a su aprehensión. En poder de este individuo se secuestró un revólver 38 especial marca Jaguar. El calibre del arma sería coincidente con el plomo extraído del cuerpo de Ezequiel González.
Ante el Dr. Federico Luppi, fiscal a cargo de la pesquisa, este hombre habría señalado que un grupo de delincuentes intentó asaltarlo. Incluso le habrían disparado. Ante esta circunstancia, repelió la agresión. Cuando los malvivientes huyeron, él también siguió su camino, sin advertir que uno de los ladrones había caído herido, dada la escasa iluminación en la zona. Recién se habría enterado del deceso del delincuente cuando la policía pareció en su casa.
Posteriormente fue liberado. La justicia intenta determinar, a través de la recolección de pruebas, si la versión aportada por este vigilador privado se ajusta a la realidad, aunque se contarían con datos para sostener la veracidad de esta declaración.