Congestión nasal, dolor de cabeza y de garganta, son los síntomas actualmente más frecuentes de las personas con coronavirus en la Argentina, coincidieron este jueves especialistas quienes señalaron que esto se da en consonancia con lo que sucede en el resto del mundo, donde la falta de olfato y gusto ya no aparecen de forma tan común.
«Lo que estamos viendo es que los casos de Covid-19 ahora son muy diferentes a lo que veíamos al principio, incluso a los del año pasado. Hoy vemos más cuadros gripales, esto es congestión nasal, dolor de cabeza, de garganta, decaimiento y dolor muscular», señaló a Télam el médico infectólogo Martín Hojman del Hospital Rivadavia de la ciudad de Buenos Aires.
Para Hojman, «hay una menor incidencia sobre las vías respiratorias bajas o sea sobre el pulmón», aunque señaló que «frente a este tipo de cuadros que no se presentan grave, las personas consultan mucho menos».
En el mismo sentido, la médica infectóloga Elena Obieta, integrante de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), destacó que «producto de las vacunas ya no vemos esos pacientes que ingresaban con insuficiencia respiratoria, iban a terapia y muchos de ellos se morían».
Obieta indicó que ahora también se presentan menos casos de personas con Covid que tienen manifestaciones en la piel.
«Durante el primer año veíamos muchos pacientes con manchas dérmicas, a veces pruriginosas que picaban, incluso eritema pernio (sabañones) y hoy este síntoma prácticamente no está», detalló.
Al describir el cuadro de Covid actual, la especialista indicó que «se ve un poco de fiebre, mucho dolor de garganta, mucosidad, cansancio, dolores musculares, dolor de cabeza, escalofríos (piel sensible) aún sin fiebre alta».
«Es decir que las nuevas variantes parecen afectar más lo que llamamos vías aéreas superiores», precisó.
No obstante, también observó que «la gente hoy tiene dolor de cuerpo, un poquito de fiebre, dolor de garganta, está toda la familia igual y te dice: ‘tengo gripe’ pero no se testea; con lo cual no sabremos si eso era adenovirus, influenza o coronavirus».
Por su parte, el médico clínico de la División de Urgencias del Hospital de Clínicas, Ramiro Heredia, señaló que a lo largo de la pandemia pudo verse cómo la Covid-19 fue cambiando con el tiempo y dijo que eso «se debe a múltiples causas».
«En primer lugar a la inmunidad de la población. Al principio era un virus nuevo, nadie tenía inmunidad y no existían vacunas; luego las personas se fueron infectando y surgieron las vacunas y se generó un muro de inmunidad en gran parte de la población», recordó.
Y continuó: «En ese contexto, el perfil de síntomas provocados por el virus fue cambiando, quizás por esto o quizás por características propias del mismo virus».
Heredia describió que en la primera ola, que fue causada por la variante original o de Wuhan, había pacientes con síntomas pseudogripales con tos, sensación de falta de aire, dolor de garganta, cansancio, dolores musculares y un porcentaje elevado que tenía neumonía (una infección en las vías inferiores).
El médico precisó que «algunos trabajos de entonces arrojaron que el 70% de las personas que tenían Covid en algún momento presentaban neumonía».
«Con las variantes Delta, Alfa, Gamma (o Manaos como le decíamos) y la que llamábamos Andina se consolidó un síntoma que fue la pérdida de olfato y de gusto que también la habíamos detectado al principio de la pandemia», añadió.
El especialista detalló que en ese momento, la Red de Olfato Argentina (ROA) había observado que el 70% de las personas con Covid en algún momento de la enfermedad habían tenido cambios en el gusto, el olfato o en ambos.
«Con Delta también se habían reportado con más frecuencia síntomas gastrointestinales», apuntó.
Pero con la llegada de Ómicron, en diciembre del año pasado, apareció un perfil diferente de síntomas.
«Lo que vimos es que era la variante más contagiosa hasta ese momento pero lo síntomas se presentaban en vías superiores -tipo resfrío- y había menos con neumonía o enfermedad respiratoria grave», describió, y sostuvo que eso se explica en parte por las características propias de la variante pero también por la inmunidad adquirida por las infecciones previas y por las vacunas.
Como consecuencia de su alta transmisibilidad, Ómicron generó una ola de contagios inédita en Argentina y en todo el mundo y surgieron -y todavía surgen- subvariantes.
«En la actualidad, con las subvariantes de Ómicron BA.2, y las más contagiosas BA.4 y BA.5, dominantes en varias regiones del mundo, los síntomas más comunes reportados a nivel global y que coinciden con lo que se observa en Argentina son dolor de garganta, de cabeza, tos seca y síntomas nasales, lo que se ve en el 50 a 60 por ciento de los pacientes», detalló Heredia.
Y continuó: «Un porcentaje un poco menor tienen disfonía, estornudos y cansancio y lo que está reportado como muy poco frecuente es la pérdida de gusto y olfato, presente entre un 10 y un 12 por ciento de los pacientes; también hay muchos menos pacientes con neumonía».
«Otro punto importante es que se vio que la Ómicron infecta más a la población pediátrica que las otras variantes. Si bien los cuadros son leves; esto también es un incentivo para vacunar a niñas y niños», explicó.
En este contexto, Heredia enfatizó que toda persona que tiene un cuadro viral, que parece un resfrío común, una gripe o una angina, podría tener el SARS-CoV-2 que está circulando ampliamente, y del que hay un importante subregistro.
«Entonces es clave extremar los cuidados mientras se está con síntomas y testear a las personas que tiene indicación según las recomendaciones del Ministerio de Salud, para no contagiar a las poblaciones más vulnerables frente al virus», recomendó.
Por ultimo, insistió en la necesidad de cumplir con la vacunación, tanto primaria como los refuerzos. «Actualmente se está dando la tercera y cuarta dosis a toda la población, y la quinta a los inmunocomprometidos y los mayores de 50 que habían recibo las dos dosis iniciales con la vacuna de Sinopharm», concluyó.
Télam