El 8 de febrero se desmoronó un pozo ciego en el patio de la Escuela Primaria 10 de Francisco Álvarez. Las distintas fuentes consultadas indicaron que estaba fuera de uso y que había sido rellenado a principios del 2019. Por un milagro no fue una desgracia. Otra historia estaríamos contando si hubiese ocurrido con chicos en un recreo.
Al día siguiente desde el Consejo Escolar de Moreno se enviaron dos cuadrillas para taparlo. A los pocos días la obra estaba terminada. Pero surgió un imprevisto. Ningún actor quiso firmar un acta donde se consigne que en el patio no hay peligro. Trascendió que habría cuatro pozos más de similares características diseminados en esa zona. No hay planos.
La Escuela Primaria Nº 10 de Francisco Álvarez, ubicada sobre la avenida Nemesio Álvarez esquina Álvarez Jonte. La institución fue fundada en 1932 y funciona en ese lugar desde 1935. Ante esta eventualidad, en una reunión realizada la semana pasada se decidió que el pasillo que comunica las aulas con el patio sea vallado por seguridad, para que los chicos y docentes no puedan transitar por el lugar. Así comenzarán el ciclo lectivo este miércoles 1º de marzo.
La obra que se debe encarar es de refacción total del patio en cuestión. El legajo fue elevado el último viernes a la municipalidad de Moreno. Se tiene que realizar con fondo educativo (que se percibe desde la provincia de Buenos Aires) a través de un llamado a licitación. Los trabajos se van a prolongar durante varios meses sin dudas, teniendo en cuenta el proceso administrativo que recién comenzó. También encararán otras intervenciones, como la construcción de un baño diseñado para personas con discapacidad.
Un sector de la comunidad está molesta por estas circunstancias. Plantean la falta de previsión. Y otras voces reclaman una revisión integral de la situación de los 200 edificios escolares que hay en Moreno. Un comienzo de clases no exento de problemas.