Un joven de 23 años seguirá detenido con prisión preventiva como acusado del abuso sexual y femicidio de Susana Cáceres, asesinada en noviembre pasado en el partido bonaerense de Moreno, luego de que «numerosos» testigos lo reconocieron «sin lugar a dudas» en las imágenes del hecho que los investigadores del caso difundieron públicamente.
Se trata de Ramiro Joel Sosa, alias «Yagui», quien, a su vez, fue vinculado por dos testigos de este caso con la desaparición de una adolescente vista por última vez a fines de 2022.
Por el femicidio de Cáceres, Sosa quedó procesado como autor de los delitos de «homicidio agravado criminis causae por haber sido ejecutado por un hombre contra una mujer mediando violencia de género y por su comisión por ensañamiento, abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de arma y resultar la muerte de la persona ofendida, y robo agravado por el uso de arma de fuego».
La medida fue dispuesta por la jueza de Garantías 1 de Moreno-General Rodríguez, Adriana Alicia Julián, quien hizo lugar al pedido de prisión preventiva efectuado por el fiscal de la causa, María Luisa Pontecorvo, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de ese Departamento Judicial.
En un escrito de 72 páginas, al que accedió Télam, la fiscal había pedido el procesamiento de Sosa, quien en su declaración indagatoria admitió haber estado con la víctima hasta poco antes del crimen, aunque se declaró inocente y dijo que cuando él dejó a la mujer, esta estaba en compañía de otro hombre.
«La explicación alternativa ofrecida por el imputado respecto de la acusación resulta endeble, sin sustento alguno por fuera de sus propias manifestaciones y contradictoria con los frondosos testimonios incorporados a la pesquisa», señaló la fiscal.
Y respecto a la gorra rosa con visera de Cáceres que se halló en el domicilio de Sosa, este explicó que él se la compró por quinientos pesos que ella quería para comprar cerveza.
A su vez, el acusado se declaró respetuoso de las mujeres, pero la fiscal tuvo en cuenta varios testimonios del círculo de conocidos del joven que lo describieron como una persona «violenta, conflictiva y con el perfil propio de un acosador».
En ese sentido, Pontecorvo recordó un caso de acoso callejero de 2021 cometido en Ituzaingó contra dos mujeres, del que Sosa fue reconocido como responsable.
También tomó en cuenta el testimonio de un vecino que declaró que él vio a Sosa junto a Cáceres el día del crimen y que, 24 horas más tarde, el ahora acusado le contó que había tenido relaciones sexuales con esa mujer.
Por su parte, Sosa negó conocer a este hombre, aunque su propia pareja lo contradijo y dijo que sí se conocían.
«La mendacidad de sus dichos queda en evidencia», afirmó la fiscal sobre la versión exculpatoria de Sosa.
Además, la fiscalía valoró «los numerosos testimonios que lo reconocen como la persona del video», en relación a las imágenes de las cámaras de seguridad que registraron a Cáceres junto a su presunto asesino, y que fueron difundidas por los medios de comunicación para solicitar la colaboración de la comunidad, que, en definitiva, permitió finalmente la detención del ahora acusado.
Para Pontecorvo, estos testigos «lo identifican sin lugar a dudas», al tiempo que tomó en cuenta que al menos dos de las personas que lo reconocieron en los videos vincularon a Sosa con la desaparición de la adolescente Brisa Del Pino (15), vista con vida por última vez en diciembre de 2022 en Villa Luzuriaga.
La detención de Sosa se concretó el 12 de mayo pasado, en el domicilio de su madre, situado en la calle 3 de Octubre al 2000, de la localidad Villa Udaondo, en Ituzaingó, al que se había mudado, ya que con anterioridad residía a unas siete cuadras del lugar donde fue encontrado el cuerpo de Cáceres.
En un allanamiento realizado en ese domicilio y en otro ordenado en Villa Trujui en el marco de la pesquisa, los detectives de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Moreno secuestraron la gorra con visera que la mujer llevaba puesta el día de la desaparición y que Sosa se habría llevado como supuesto «trofeo» después del ataque.
También se encontró la bicicleta con una silla para niños que tripulaba el sospechoso de matar al Cáceres cuando quedó filmado junto a ella, agregaron los informantes.
Cáceres, quien tenía cuatro hijos, salió de su casa de la localidad de Villa Trujui la tarde del martes 8 de noviembre del año pasado, luego de dejar a su beba de un año y medio al cuidado de su madre.
«Ahí vengo má», le dijo a la mujer antes de ir a vender unos electrodomésticos para pagar una deuda que tenía.
Su cuerpo fue encontrado diez días después en un descampado a la vera de río Reconquista, en Moreno, con signos de abuso sexual, múltiples lesiones punzo cortantes en la región del tórax de hasta 20 centímetros de largo y además tenía traumatismos en el cráneo.
Con info Télam