«Una apareció muerta y la otra no apareció», declaró uno de los dos testigos en la causa en la que se investiga el femicidio de Susana Cáceres en Moreno, que también vincularon al único detenido con prisión preventiva por ese caso con la desaparición de una adolescente que fue vista por última vez en diciembre último en Villa Luzuriaga.
Así se desprende del pedido de prisión preventiva efectuado por la fiscal María Lusia Pontercorvo para Ramiro Joel Sosa (23), alias «Yagui», imputado del femicidio de Cáceres (23).
Uno de los testimonios tomados en cuenta por la fiscal fue el de Lucas Joaquín Estigarribia, quien conocía al acusado por el apodo, pero era amigos de otros allegados a él, como el testigo Héctor Suárez.
Suárez fue quien declaró que Sosa le reconoció el día después del crimen de Cáceres, cuando el cuerpo de la mujer aún no había sido hallado, que él había tenido sexo con ella.
Por su parte, Estigarribia contó que un día estaba con Juárez y dos amigas más cuando le mostraron las imágenes difundidas por el caso Cáceres y reconoció a Sosa, al tiempo que afirmó que había visto a ese mismo hombre en compañía de Brisa Carolina del Pino, una adolescente de 15 años desaparecida desde el 2 de diciembre de 2022 en Villa Luzuriaga.
«Una apareció muerta y la otra no apareció», dijo el testigo en referencia a las dos mujeres que fueron vistas con Sosa.
«Cuando lo vi no tuve dudas de que era él. Lo vi varias veces por la calle», relató Estigarribia, quien lo identificó por la ropa, la bicicleta en la que Sosa solía movilizarse y sus tatuajes.
«(…) a mí nunca me cerró porque antes de los videos en la tele, entre nosotros ya habíamos conversado de que a este pibe lo vimos con Susana, eso lo vio mi amigo Héctor y yo lo vi con esta otra chiquita que está desaparecida, Brisa», declaró y detalló que a esa adolescente la vio «varias veces en el barrio».
No obstante, hay una causa en la que otro vecino de la zona está detenido como acusado de haber abusado sexualmente de Brisa en un hecho ocurrido antes de la desaparición.
«Yo lo reconocí enseguida y creo que las mató a las dos», sostuvo el testigo al referirse a Sosa, y aclaró que cuando aparecieron los videos, el acusado «desapareció del barrio», lo que confirmó sus sospechas.
Por su parte, otra testigo, Maira Elizabeth Tenorio, declaró que a través de una vecina en común del mismo barrio se enteró de los videos que vinculaban a Sosa con el caso Cáceres y también al de Brisa, por lo que luego de ver las imágenes le mandó un mensaje «por Facebook» a «la madre» de la adolescente para decirle que «tenía información de su hija».
«(…) le pedí un celular, ella me lo aportó, pero no la llamé por miedo; entonces ella me escribe preguntando por qué no la llamé y le mentí como que me había parecido haberla visto pero que al final no era. Le mentí por temor», sostuvo la mujer.
La testigo dijo que esa noche no pudo dormir, por lo que al día siguiente se contactó por teléfono con la policía para denunciar esta situación y como no recibió la respuesta que esperaba cortó la comunicación.
«Enojada», un día después, Tenorio se volvió a contactar con la madre de Brisa: «Le dije que el sospechoso del femicidio de Susana Cáceres también había estado con su hija, es decir Brisa. Entonces ella me agradeció y pasó la información a la fiscal.»
A su vez, la testigo se comunicó con una prima de Cáceres que la contactó con un policía que participaba de la pesquisa y así pudo aportar los datos que ella tenía.
Con info Télam