Un hombre fue asesinado de un puntazo en el cuello en Las Malvinas, partido de General Rodríguez. El cuerpo se encontraba acostado en la cama y maniatado. A su lado se hallaba un objeto de índole sexual. La víctima habría purgado una condena por abuso agravado en la cárcel de Olmos. Aunque los investigadores no descartan ninguna hipótesis, sospechan que el homicidio tiene algún tipo de vinculación con una actividad sexual no convencional.
Un hombre de 61 años, identificado como Andrés Horacio Villariño, fue encontrado asesinado en la humilde vivienda que ocupaba, en el predio perteneciente a una empresa productora y distribuidora de agua mineral. El macabro hallazgo lo realizó durante el mediodía del pasado lunes 16 de julio un empleado de la firma, que ingresó en los terrenos al advertir que los perros de Villariño aullaban de hambre. Después de romper el candado de la finca, se encontró con el tétrico espectáculo. Inmediatamente llamó al servicio de emergencia 911.
Cuando arribaron al lugar los móviles de la Comisaría 2º de General Rodríguez -Malvinas- el horrorizado trabajador les relató que había tomado la decisión de ingresar a la vivienda, porque pensó que Villariño no se encontraba. Villariño era propietario de un Renault 6 azul, vehículo que había desaparecido.
Al ingresar los uniformados en la habitación que hacía las veces de dormitorio, se encontraron con el cuerpo de Villariño sobre la cama. Habría estado acomodado de cúbito dorsal con las manos y los pies atados con cables. Su cabeza estaba tapada con un pasamontañas. Estaba vestido con una camisa y un pantalón liviano. La parte trasera del pantalón estaba baja y a su lado se hallaba un consolador. Villariño presentaba graves lesiones en la región anal. La causa de muerte fue una cuchillada o puntazo en el sector derecho del cuello. Además tenía escoriaciones en las manos y fuertes golpes en el rostro.
A la par de este descubrimiento, en el barrio Maravilla del Oeste apareció el Renault 6. El vehículo fue secuestrado para someterlo a pericias. El personal de la Policía Científica realizó un exhaustivo relevamiento de pruebas en la vivienda de Villariño.
Los uniformados no tienen dudas de que Villariño fue atacado por al menos una persona. Un testigo de identidad protegida habría afirmado que Villariño era visitado constantemente, principalmente en horas de la noche, por individuos masculinos de diversas edades. Un dato no menor se sumó a la pesquisa: Villariño había purgado una condena por abuso sexual agravado en la cárcel de Olmos por espacio de siete años. Hace ya un lustro que Villariño apareció en la zona, casi el mismo tiempo que no habría mantenido relaciones con su familia, radicada en la Capital Federal.
El propietario del predio donde vivía -Sanzio entre El Misionero y Colectora norte de la Autopista del Oeste, barrio Selectos de Gaona, a menos de cien metros del límite entre General Rodríguez y Moreno- lo dejó habitar un humilde galpón de material, mientras construía un edificio que se encuentra sobre la Colectora. Cuando fue alquilado por la empresa de aguas, los responsables de la firma lo dejaron permanecer en el lugar, haciendo las veces de cuidador. En momentos de la muerte de Villariño, hacía ya cuatro años que ocupaba la pequeña casa.
Los policías sospechan que Villariño fue asesinado por alguien que conocía. Presumen que habría invitado a alguna persona -o a más de una- con la intención de mantener relaciones sexuales. En esos momentos Villariño fue atacado. Aún faltan los resultados de la operación de autopsia, pero el médico legista habría considerado que la muerte se produjo al menos 48 horas antes. Los empleados de la empresa de agua recuerdan, aunque no lo habrían afirmado categóricamente, que habrían visto a Villariño el viernes pasado. Datos no confirmados oficialmente indican que también habría desaparecido un teléfono celular. Villariño tenía un puesto de venta ambulante de embutidos, que generalmente ubicaba en la esquina de la Colectora norte y Sanzio.
La causa está caratulada como “Homicidio agravado por alevosía” e interviene la UFI Nº 10 del Dr. Pablo Vieiro del Departamento Judicial de Mercedes. Hasta el momento no se produjeron detenciones, pero los investigadores son optimistas que, con los datos que poseen, se pueda esclarecer el crimen en los próximos días.