Houdini del conurbano profundo: Delincuente estaba internado, abrió las esposas y escapó por la ventana de la UPA de Cuartel V

Un detenido vinculado a una causa de ventas de drogas escapó, aprovechando el descuido del policía que debía custodiarlo, cuando estaba internado en la UPA 12 de Cuartel V. Se deshizo de las esposas y huyó por una ventana. Fue recapturado el lunes en el barrio El Vergel. Asuntos Internos desafectó a dos uniformados.

El martes 13 de mayo en las primeras horas de la tarde personal de la Comisaría 4º de Moreno (Cuartel V) realizaba una recorrida de rutina cuando advirtieron que dos sujetos estaban realizando un intercambio de drogas por dinero. Ocurrió sobre la calle Enzo Bordabehere entre Dr. Francisco Muñiz y Víctor Hugo del barrio Parque del Oeste. Uno de ellos escapó en moto, el restante ingresó a la carrera a una precaria vivienda. Los uniformados persiguieron al último. Dentro de la construcción detuvieron al individuo e identificaron a una mujer, esta última con prisión domiciliaria, con tobillera electrónica. Secuestraron casi 50 gramos de cocaína, fraccionada para la venta minorista.

Ya en la dependencia policial, determinaron que el aprehendido era César Oscar Reynoso, de 34 años de edad. Tenía antecedentes por robo agravado y también por comercialización de estupefacientes. Quedó a disposición de la UFI Nº 12 del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez, a cargo del Dr. Ezequiel Freydier. El Juzgado de Garantías Nº 1 de la Dra. Adriana Julián avaló la legalidad del operativo. Fue alojado en los calabozos de la misma seccional.

En el atardecer del sábado 24 de mayo, Reynoso comenzó a quejarse de un fuerte dolor abdominal. Fue trasladado a la Unidad de Pronta Atención (UPA) 12 de la misma localidad, ubicada sobre la Ruta 24 casi en el cruce con la calle Conscripto Bernardi, distante a dos kilómetros de la Comisaría 4º. En el centro sanitario le diagnosticaron a Reynoso una pancriatitis aguda. Quedó internado, en observación. Le asignaron dos policías de custodia.

Las fuentes consultadas brindaron una reconstrucción del suceso posterior, basado en parte de lo consignado en el expediente judicial. Uno de los agentes se retiró del hospital, sin autorización. El otro estaba en otra dependencia, supuestamente tomando café. Reynoso logró abrir las esposas y salió por una ventana ubicada detrás de la cama. Solo tenía un mosquitero. Pasaron varias horas hasta que se percataron de su ausencia. Perdieron el rastro. Era alrededor de las 3 de la mañana del domingo 25 de mayo.

Ante la novedad, se armó un operativo para encontrar al evadido. Recién el lunes, antes del mediodía, lograron detectarlo. Estaba en la puerta de un “aguantadero” en la esquina de Curapaligüe y Agote del barrio El Vergel, en la misma localidad. Estaba charlando animadamente con dos sujetos. Cero discreción, nada cauteloso. Ni astuto ni brillante. ¿Supuso que se habían olvidado de él? Se hallaba a menos de dos kilómetros de la UPA y a pocos cientos de metros de donde se construye la cárcel de Moreno. Intentó huir a la carrera, pero fue capturado.

Queda claro que Reynoso es un hampón de poca monta, aunque peligroso, pero sin espalda para protagonizar el gran escape y mantenerse en la clandestinidad. Un detenido piensa las 24 horas como escabullirse de los atestados e insalubres calabozos de las seccionales dependientes del Ministerio de Seguridad provincial. Los Policías, recargados de trabajo, con sueldos miserables y sin descanso no tienen la misma preocupación. No es un justificativo; Sino una pincelada de realidad.

La Dra. Verónica Pittella, titular de la UFI Nº 8 en turno, dispuso la imputación de los dos uniformados por considerarlos responsables del favorecimiento a la evasión, incumplimiento de los deberes de funcionario público y abandono de servicio. Fueron desafectados por orden de la Auditoria General de Asuntos Internos de la Policía. Están en libertad. Hay varias medidas periciales que motorizó la fiscal, principalmente respecto a las esposas ¿Cómo hizo este marginal Houdini del conurbano profundo para vulnerarlas? Espera respuestas Pittella.

Por lo pronto, Reynoso agravó su situación procesal. Si existía la mínima posibilidad de que le otorgaran una prisión morigerada mientras avanza la causa por la venta de drogas, esta se diluyó cuando salió del UPA. Nuevamente está en una de las celdas de la Comisaría 4º de Moreno. No trascendió sí mejoró de su pancreatitis.