Seis minutos les tomó a cinco delincuentes alzarse con un botín de al menos 20.000 dólares. El golpe comando se perpetró en una casa de cambio ubicado en el centro comercial K41, a la vera de la Autopista del Oeste, en la localidad morenense de Francisco Álvarez. Los ladrones vestían como policías y simularon un allanamiento.
Todo comenzó alrededor de las 11.45 de la mañana de este lunes 29 de septiembre. Cinco personas, vestidas como fuerza táctica de la Policía Federal Argentina, llegaron al centro comercial K41, ubicado sobre la colectora sur de la Autopista del Oeste, a metros del puente de la calle Wilde (ingreso al country Campos de Álvarez) y que marca la entrada al barrio La Reja Grande, partido de Moreno.
Estos sujetos transitaban en una camioneta blanca, con el capot reparado, y la dejaron estacionada cruzada en el acceso principal del complejo. Bajaron y se dirigieron a la mesa de recepción. Mostrando un papel, dijeron que iban a realizar un allanamiento en unas oficinas del primer piso, donde funciona una casa de cambios y agencias de viajes. Subieron las escaleras y les franquearon la primera puerta.
Allí fueron captados por una de las cámaras de seguridad a la que tuvimos acceso. Desfilando por un pasillo, se los ve usando atuendos similares a la Policía Federal, con un ariete y una pinza para cortar hierros de grandes dimensiones. Portan chalecos, precintos, una mochila y armas de puño. Uno de ellos se quedó en la puerta, controlando el paso de personas.
Tres minutos después, la procesión se da a la inversa. Sumaron una mochila. Caminaban tranquilamente. Inmediatamente aparece un hombre desesperado. Sería el encargado del comercio. Fuera de imagen, forcejea con dos de los rufianes. Comenzaron a bajar las escaleras, tratando de contenerlo. Evidentemente no querían herirlo. Se escucha una detonación, presumiblemente de arma de fuego.
Ya en el exterior, la camioneta en la que habían llegado no arrancó. Decidieron robar a punta de pistola el auto de una persona que buscaba aparcar para ser posteriormente atendido por uno de los médicos que tienen consultorio en el K41. El hombre que los seguía los increpó, motivo por el cual efectuaron un disparo intimidatorio. Cuando estaban en plena huida, les tiró contra el parabrisas con la pinza que los malvivientes habían abandonado. Luego este vehículo apareció en el ingreso al barrio La Reja Grande. Se habrían apoderado de otra camioneta.
A esta altura no queda duda de que se trató de un operativo apócrifo, “trucho”; en realidad era un robo. Las fuentes consultadas especularon que se habían alzado con un botín no menor de 20.000 dólares. Hay hermetismo en torno al monto exacto. Seis minutos en total habría durado la intervención. Un golpe comando, incruento y cronometrado. Precisión y profesionalidad, sin muestras evidentes de nerviosismo. Aplomo.
La causa por el “robo agravado” quedó a cargo del Dr. Federico Soñora, titular de la UFI Nº 4 del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez. La zona se vio saturada de una decena de móviles, entre policiales y de la Patrulla Urbana municipal. En el K41 funciona el Centro de Operaciones Municipales, a cargo la visualización del sistema de cámaras de seguridad del distrito. Trabajaron peritos de la Policía Científica recogiendo indicios. No se registraron heridos.
Trascendidos afirmaron que antes de abandonar las oficinas de la casa de cambio, los delincuentes habrían dejado un paquete de pequeñas dimensiones y anunciaron que se trataba de una bomba. Por este motivo intervino el escuadrón de explosivos de la bonaerense. Los especialistas, luego de revisarlo, confirmaron que la amenaza era falsa. Tan falsa como la orden de allanamiento que mostraron los hampones, quienes hasta el momento no habrían sido identificados.