Un Policía, en medio de un enfrentamiento armado, baleó en la cabeza a un delincuente que intentaba junto a un cómplice robar a un remisero. El herido está grave, en coma inducido en el hospital de Moreno. Tiene un frondoso prontuario pese a tener solo 25 años. En el 2013, siendo un adolescente, ejecutó a quemarropa a Marcelo Antúnez de 15 años. Purgó una condena de poco más de cuatro años. Siendo mayor nuevamente estuvo preso. Había recuperado la libertad meses atrás.
Cerca de las 5 de la mañana de este sábado 19 de noviembre se produjo un enfrentamiento en Villanueva. Al costado del arroyo que le da nombre al barrio, sobre la calle San Vicente de Paul, entre Roldán y San Emilio, dos delincuentes montados en una moto y a mano armada, intentaban robarle a un remisero que circulaba con tres pasajeros. Casualmente pasaba por las inmediaciones un vecino quien resultó ser Policía bonaerense destinado al Comando de Patrullas de Luján. Este hombre iba caminando a su casa, franco de servicio, y decidió intervenir. El intercambio de disparos fue breve y terminó con uno de los ladrones herido en la cabeza.
Un móvil policial lo trasladó hasta el hospital provincial “Mariano y Luciano de la Vega”. Fue ingresado inmediatamente al quirófano, donde lo sometieron a una primera intervención que logró estabilizarlo. El domingo nuevamente fue operado. Tiene un orificio de entrada en la zona temporal izquierda del cráneo y salida por la parietal posterior del mismo lado. Está en coma inducido, grave pero estable, internado en el área de terapia intensiva. Los próximos días serán claves para su evolución.
Por lo pronto, el Dr. Federico Soñora responsable de la UFI Nº 4 y su secretario Dr. David Salvatierra, decidieron tomarle declaración al personal policial y liberarlo. A prima facie consideraron que actuó en legítima defensa de un tercero. Hay al menos cuatro testigos que apoyan el accionar del uniformado. Tanto el herido como el prófugo (que manejaba la moto) están imputados en el delito de “Homicidio criminis causa en tentativa, robo agravado en grado de tentativa y encubrimiento”. En el lugar se secuestró una pistola 9 mm con la numeración limada, que portaba el malviviente.
¿Quién es delincuente gravemente herido? Se trata de Nicolás Ávila Maidana de 25 años. El currículum delictivo de este joven es impresionante, lamentablemente.
Nicolás Ávila Maidana asesinó el 21 de septiembre del 2013 de un certero disparo en la cabeza a Marcelo Antúnez. El suceso se produjo en una casa del antiguo asentamiento que se erigió como una ampliación del barrio Villanueva, hoy urbanizado. Marcelo Antúnez, quien tenía 15 años, recibió el balazo en un estado de indefensión. Estaba de espaldas, sentado, en la casa de una amiga. Ávila Maidana lo ejecutó por rencillas vinculadas a una chica. Celos, básicamente. Actitud criminal, sin dudas.
Nicolás Ávila Maidana estuvo prófugo hasta el 8 de enero del año siguiente. Fue capturado y remitido al Instituto “El Nuevo Dique” de la ciudad de La Plata. En momentos del homicidio ya tenía 16 años, por lo tanto era imputable. Se fugó casi cinco meses después, pese a las denuncias que realizaba Emilia Lestes, madre de la víctima. La mujer tenía el dato que preparaba el escape. No la escucharon (o no quisieron hacerlo) y la advertencia se hizo realidad. Lestes comenzó a buscarlo, acompañada por un par de oficiales de la bonaerense. Finalmente lo recapturaron en Cuartel V, donde vivía la madre, en enero del 2015.

En agosto de ese mismo año se realizó el juicio en Mercedes. La fiscalía pidió 12 años de condena. Fue sentenciado a seis. Cumplió poco más de cuatro años de prisión efectiva. En octubre del 2019 ya estaba en la calle nuevamente. No dejó atrás sus actitudes delictivas. Fue atrapado por un robo en febrero del 2020. La pandemia lo encontró alojado en un penal. 30 meses después estaba gozando de la libertad condicional, según nuestras fuentes.
Ya su familia había abandonado Cuartel V. Un supuesto homicidio endilgado a un tío suyo motivó que el vecindario iracundo incendiara la vivienda. Volvieron a Villanueva. Una vez instalado con su parentela, los rumores sobre venta de drogas y robos en modalidad de “Motochorros” lo tenían como protagonista. Incluso está acusado de balear (junto a dos hampones más) el frente de la casa de Emilia Lestes, en venganza por la condena por el crimen de Marcelo Antúnez.
Ahora pelea por su vida. En caso de recuperarse esta vez lo esperaría una larga estadía en una unidad carcelaria. Veremos que le depara el destino.