A un año del crimen de Schroeder: Cayó una mujer, acusada de integrar una banda de “Viudas Negras”

Este lunes personal de la DDI de Moreno y General Rodríguez, junto a uniformados de la Policía de la Ciudad, detuvo a una joven, bajo fuertes sospechas de integrar una banda que actuaba bajo la modalidad de “Viudas Negras”. Estos delincuentes están acusados de asesinar a Luis María Schroeder, un hombre de 72 años atacado en su casa de Moreno el 23 de junio del año pasado. Compleja investigación a cargo de la UFI Nº 6 de la Dra. Alejandra Piqué y del funcionario judicial Sebastián Dileo. Ya hay tres aprehendidos.

El crimen

El domingo 23 de junio del año pasado los hijos de Luis María Schroeder, muy preocupados, se acercaron al departamento que ocupaba su padre en el complejo “Terrazas del Sol”, ubicado sobre la calle Mármol al 240 entre Rivadavia y Camilli del casco céntrico norte de Moreno, a cuadra y media del shopping Nine y a igual distancia de la subida a la Autopista del Oeste mano a Capital. El hombre de 72 años no respondía los insistentes llamados telefónicos que hacían sus familiares desde esa misma mañana. Motivo por el cual decidieron ir a verlo.

Una vez que traspusieron el portón principal, los hijos de Schroeder se encontraron con la puerta principal de la vivienda entornada. Cuando entraron, el cuadro que hallaron en el baño fue terrible. Luis María Schroeder estaba tirado en el suelo, en medio de un charco de sangre. Tenía brazos y piernas atadas. Un cinturón alrededor del cuello y una sábana cubría su rostro, totalmente desfigurado. Había fallecido hacía varias horas. Llamaron a la Policía.

Desde el primer momento, en base a testimonios de allegados de Schroeder y del modus operandi detectado, los investigadores centraron como principal hipótesis el ataque de una “viuda negra”. Esta modalidad de delito, a grandes rasgos, consiste en la captación de clientes por parte de una persona que ejerce la prostitución, sin importar género. Generalmente establecen contactos a través de apps de citas o páginas web. Una vez consumado el encuentro, anestesian a la víctima y les roban. Pueden contar con cómplices. Pocas veces tienen un desenlace fatal. Al menos en relación con la cantidad de casos que se producen habitualmente, muchos de ellos ni siquiera denunciados.

Los primeros momentos de la investigación

Los pasos iniciales de la pesquisa se centraron en la escena del crimen. Confirmaron que no había ninguna abertura violentada. Todas las dependencias presentaban gran desorden. Los peritos de la Policía Científica detectaron una treintena de huellas digitales. Al menos seis de ellas, con absoluta claridad, no pertenecían al círculo íntimo de la víctima. Una tuvo coincidencia plena con un sujeto ya registrado en el sistema: se trataba de Enzo Brandon Benítez, mayor de edad.

A la par se recuperaron imágenes de la principal cámara de seguridad del ingreso al complejo, montada sobre un pilar. No había personal de custodia en la garita. Hay varios segmentos claves registrados; al menos cuatro resultan ser destacables por encima del resto. El primero se registró a las 19.50 horas del sábado 22 de junio de 2024. Luis María Schroeder baja de su camioneta Amarok azul y acciona la apertura del portón automático. Luego lo cierra y se dirige a su departamento. Se abre la puerta del acompañante del vehículo.

A las 22.52 sale una chica con una gorra negra tipo piluso y permite el ingreso de dos jóvenes; una de ellas con buzo azul y capucha, la otra con pantalón tipo gimnasia y rodete. Salieron y entraron tres veces al menos tres veces. Presumen que en ese ínterin se dirigieron a Capital Federal, llevando objetos de valor, propiedad de Schroeder. Para este fin habrían contado con una camioneta Fiat Fiorino blanca de apoyo.

La siguiente secuencia es a las 2.03, ya del domingo 23: entran nuevamente estas dos chicas acompañadas por un sujeto; sería Benítez. La última imagen registrada es a las 2.32 cuando la camioneta Amarok abandona el predio. A las 2.33 una cámara de vigilancia del municipio, apostada en la esquina de Victorica y Colectora Sur del Acceso Oeste muestra a la Amarok subiendo a la autopista. La precedía la Fiat Fiorino, que cruzó por debajo del puente de Victorica, en dirección a la Ruta 25.

Los investigadores avanzan por varios frentes

Ya con la participación de la DDI de Moreno y General Rodríguez a cargo del comisario mayor Federico López, y la instrucción de la causa de la Dra. Carina Saucedo titular de la UFI Nº 2 del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez, la investigación se amplió. Por un lado un grupo de uniformados se dirigió al centro de monitoreo de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. Allí, con el anillo digital, lograron visualizar la camioneta. Fue avistada en la zona sur de CABA. En las inmediaciones, según datos de voceros, aparecen muchos vehículos descartados luego de robos en el modus operandi “viuda negra”.

A Schroeder, aparte de dinero en efectivo en una cantidad no determinada y armas (una escopeta y una pistola calibre 9 mm), le sustrajeron un IPhone 11. Lo siguieron a través de la geolocalización. Lo ubicaron en la misma región donde observaron la camioneta. Estos datos, más la identificación de Benítez, permitieron el primer allanamiento: No lo encontraron. Quedó con pedido de captura, pero prófugo.

En aquellos meses, la Dra. Saucedo solicitó insistentemente que la app de citas, líder en ese segmento y que utilizaba habitualmente Schroeder, aportara datos que permitieran identificar a la mujer con la que se había citado previamente. Nunca obtuvo respuesta. Por aportes orales de allegados a la víctima sabía que se había encontrado con ella el martes anterior. También conocía que Schroeder, empresario dedicado a la fabricación de hidromasajes con una planta emplazada en Tres de Febrero, había sido víctima de un delito similar a finales del 2023 en su antigua residencia en Tigre. La familia, oriunda de Paso del Rey, lo convenció para que regresara a vivir a Moreno.

¿Por qué asesinaron a Schroeder?

La autopsia, realizada en el Cuerpo Médico Forense de General Rodríguez, indicó que la causa de la muerte de Schroeder fue un paro cardiorrespiratorio traumático como consecuencia de asfixia por compresión extrínseca de cuello. Fue ahorcado con el ya mencionado cinturón. El médico indicó que presentaba varios golpes, pero uno en particular lo habría hecho perder el conocimiento. Se trataría de una patada en la cabeza. El deceso lo ubicó alrededor de las 2 de la mañana del domingo 23. El análisis toxicológico arrojó como resultado que había sido drogado.

¿Por qué lo mataron? La hipótesis con mayor asidero indica que el efecto de los narcóticos suministrados alrededor de las 20.30, a las 2 de las mañana ya había menguado. Empezaron a torturar a Schroeder hasta que lo terminaron asfixiando. Desenfocados, la ambición los superó. Querían más dinero en efectivo.

Primeras detenciones

No hubo novedades hasta diciembre. A mediados de ese mes fue detenido por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, específicamente por la delegación Robos y Hurtos de la zona norte, Enzo Brandon Benítez de 23 años. Lo apresaron luego de perpetrar un asalto. Cuando ingresaron sus dactilogramas al sistema AFIS (siglas en inglés del Sistema Automatizado de Identificación de Huellas Dactilares) se encendió una luz de alerta: Tenía un pedido de captura vigente por parte de la justicia del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez.

A finales de marzo de este año, una adolescente fue aprehendida en San Isidro por participar en un ataque de “viuda negra”. Quedó bajo la jurisdicción del fuero de Responsabilidad Penal Juvenil. Tenía 17 años. Sus huellas fueron cotejadas con las halladas en la escena del crimen de Schroeder. Hubo coincidencia. Sería la joven que tapaba su cabeza con la capucha del buzo azul. Un informante reveló que esta chica habría contactado a Benítez para conducir la Amarok la noche del asesinato. Se conocían previamente, claro. La Dra. Mirta Guarino, a cargo del Juzgado de Garantías del Joven, avaló la detención en la causa por el homicidio de Luis María Schroeder.

Otra coautora identificada

Ya en ese momento, el expediente era trabajado por la UFI Nº 6 bajo la batuta de la Dra. Alejandra Piqué y del secretario Sebastián Dileo. Es el organismo del Ministerio Público Fiscal del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez abocado a las instrucciones de los delitos donde participan menores de edad. Se aceleró la pesquisa, que se mostraba muy compleja. El análisis de los detalles, la coordinación y la planificación fueron importantes para el avance sostenido de la causa.

En esta conjunción de delaciones por parte de infidentes y pruebas científicas, los investigadores lograron identificar a la tercera participante de este caso: Clotilde Beatriz Lezcano. Para este fin fue fundamental la apertura de la “nube de datos” del IPhone, gracias al aporte de la contraseña por parte de un familiar de Schroeder. Al celular lo recuperaron en manos de unos ciudadanos venezolanos en CABA. Los desvincularon de la pesquisa porque comprobaron que lo habían comprado a un “bolsero” de teléfonos de dudosa procedencia de la zona de San Miguel. Además realizaron cyberpatrullaje en todas las redes sociales vinculadas a los detenidos que fueron detectando.

La joven de 19 años recientemente cumplidos, ya tenía al menos un antecedente en este tipo de hechos. Había sido imputada por drogar a un turista y despojarlo de todos los objetos de valor. La conocían como “Prince”. También como “Beatriz”. Todos estos protagonistas tenían un lugar de pertenencia: La Villa 21-24 Zavaleta. Este dato, de la “banda de Villa Zavaleta”, también le había llegado a uno de los hijos de Schroeder. La víctima, ese trágico sábado, había estado en esa zona antes de regresar a Moreno.

Allanamiento y aprehensión

Este lunes, al cumplirse un año del asesinato de Luis María Schroeder, la DDI con el apoyo de la Policía de la Ciudad (comandada por el subcomisario Santiago Ojeda) y fuerzas especiales realizaron un allanamiento en ese conglomerado, que ostenta la estadística de ser uno de los más violentos de la Capital Federal: Tiene la mayor tasa de homicidio por habitante. La orden fue otorgada por el Juzgado de Garantías del Nº 2 del Dr. Gabriel Castro. Finalmente detuvieron a Clotilde Beatriz Lezcano. Era la joven peinada con un rodete esa fatídica jornada. Secuestraron 14 teléfonos celulares y el pantalón que usó la noche del ataque a Schroeder.

Tanto Lezcano, como Benítez y la menor de edad fueron acusados de los delitos de “Homicidio agravado criminis causae para lograr su impunidad y consumar el despojo y por el concurso premeditado de dos o más personas en concurso real con robo agravado por su comisión en poblado y en banda, por la suministración de estupefacientes a la víctima y por la participación de una menor de edad”. Resta identificar fehacientemente a la última de las participantes directas del crimen. Sería la chica que portaba el gorro tipo piluso, quien habría llegado con Schroeder en momentos que comenzó este fatal suceso.