La Policía allanó varios departamentos del complejo habitacional “Las Catonas”. En uno de ellos, ubicado en planta baja, hallaron una pileta de natación. Siete detenidos, entre ellos los acusados de regentear la banda. Un kilo de cocaína y trece de marihuana secuestradas. Dos pistolas y dos revólveres, además de munición de Fusil de Asalto Liviano (FAL), incautadas. Más de 60 denuncias ciudadanas fueron recepcionadas por la justicia por la venta de drogas al menudeo.
Más de 60 denuncias ciudadanas (y anónimas) fueron radicadas en la justicia por parte de vecinos del complejo habitacional “Las Catonas”, ubicado en la zona norte de Moreno. En ellas se plasmaba un sistema de ventas de drogas al menudeo a toda hora y durante todo el día, mencionando apodos y nombres de quiénes dirigían la operatoria.
Con estos datos comenzó a trabajar la UFI Nº 12 del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez a cargo del Dr. Leandro Ventricelli. La instrucción de la causa quedó en manos del Dr. Ezequiel Freydier, Ayudante Fiscal, asistido por la Auxiliar Letrada Sofía Giacaglia. El trabajo de campo fue asignado a la delegación Moreno de la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas.
Los Policías realizaron las tareas de inteligencia. Determinaron que eran cuatro los puntos de interés: los edificios 900 (específicamente los bloques 910 y 912), los 400 (404, 406 y 407) y dos viviendas, una de ellas ubicada en el barrio Catonas (fuera del complejo) y la otra en el barrio San Cayetano.
Los principales lugares de venta se hallaban dentro del complejo. Estaban custodiados por “Soldaditos”. Estos satélites, algunos muy celosos, estuvieron a punto de descubrir las maniobras de la fuerza de seguridad. Pese a ellos se lograron obtener imágenes e interceptaron a algunos de los compradores, incautando drogas, que luego de los análisis, confirmaron que eran dosis de marihuana y cocaína. Fueron casi tres meses de paciente pesquisa.
Los investigadores habrían determinado que la líder de la banda era una mujer, a la que conocían como “Melli”. Se trataría de Yanina Barberán, mayor de edad. Pero en el curso de esta instrucción, Barberán fue detenida por orden del Tribunal Oral Criminal Nº 4 de Mercedes. Sobre ella pesaba una acusación por venta de drogas previa y fue sometida a prisión preventiva. El comando de la operatoria habría quedado a cargo del hijo de Barberán y de la pareja de la mujer.
Las fuentes consultadas revelaron parte de la información recolectada. Cristian “Coky” Hassen de 19 años, hijo de Barberán, se movía entre dos domicilios: un departamento en el edificio 912 y una casa del barrio San Cayetano. Gustavo “Cachito” Godoy, de 33 años y pareja de la mujer, tenía como epicentro de la actividad delictiva una propiedad en el 406. Desde allí administraban distintos “kioscos” en las inmediaciones. Estos datos fueron incorporados al expediente y la fiscalía solicitó órdenes de allanamientos.
La Dra. Celina Ardohain, titular del Juzgado de Garantías Nº 3, habilitó once operativos, los cuales se llevaron a cabo de manera simultánea durante la noche de este jueves 3 y madrugada de viernes 4 de octubre.
Los resultados fueron significativos. Los uniformados capturaron a Hassel, a Godoy y a cinco personas más. Dos de ellas fueron mujeres. Quedaron a disposición de la justicia. Durante la mañana de este viernes todos se negaron a declarar. Dos de los imputados por la comercialización de estupefacientes fueron asistidos por abogados particulares. Los restantes fueron asesorados por defensores oficiales. La Dra. Ardohain ahora debe convalidar las detenciones.
Secuestraron un kilo de cocaína, trece de marihuana, elementos de corte y estiramiento, balanzas de precisión, dinero en efectivo y teléfonos celulares. Dos pistolas (calibres 9 y 45) y dos revólveres (un 38 y un 32). 49 municiones de calibre 7.62 correspondiente a un FAL (Fusil de Asalto Liviano), arma de guerra que utilizó el Ejército Argentino durante la guerra por la recuperación de nuestras Islas Malvinas.
La sorpresa: En la irrupción a un departamento de la planta baja del edificio 406, la Policía encontró una pileta de natación. Ya estaba presta a ser llenada. Los réditos del emprendimiento permitían ciertos lujos. No todo es trabajo en la vida. Y el verano amenaza con ser tórrido.