Los investigadores del crimen de un ex gendarme, muerto de un balazo en la frente dentro de su auto en el barrio Villa Anita, trabajan en dos hipótesis: Un robo fatal, donde la víctima se habría resistido, o un crimen por encargo, principalmente por cuestiones sentimentales. Este último punto se basa en el testimonio del hijo del hombre asesinado, quien refirió que el padre le mandó un mensaje avisándole “me voy con una minita a la canchita, a lo oscuro”.
El misterio continúa en torno al asesinato del gendarme retirado Jaime Castro de 55 años. La pesquisa trabaja sobre dos hipótesis: un robo con resistencia por parte de la víctima o un crimen con base en las relaciones sentimentales que sostenía Castro.
Fuentes judiciales informaron que esta última línea investigativa no fue descartada, ya que era un hombre que mantenía vínculos con distintas mujeres y al momento de ser encontrado asesinado había ido a verse con una de ellas a una cancha de fútbol barrial.
«Se investigan todas las pruebas que hay en la causa, entre ellas la búsqueda de un teléfono celular de la víctima –además de su arma reglamentaria, que no fue hallada en la casa- y a todo su entorno cercano, pero eso no quiere decir que no fue un crimen tras un intento de robo. Todo se está en investigando y esperamos que pronto tengamos detenidos», precisó una fuente.
El hallazgo del cuerpo ocurrió el viernes 11 de junio por la mañana en la calle Intendente Eduardo Bossi entre Venezuela y El Salvador del barrio Villa Anita, luego de que un transeúnte alertara al teléfono de emergencias 911 sobre el conductor de un vehículo ensangrentado y desvanecido dentro del habitáculo. La escena del crimen se encuentra detrás de la cancha del club Arquitectura, donde Bossi se encuentra intransitable y cortada a la altura de Venezuela. La zona es utilizada como una suerte de “Villa Cariño” por parejas que llegan en vehículos para intimar.
Los efectivos policiales acudieron al lugar y constataron la presencia de un hombre, al que identificaron como Castro, domiciliado en el barrio Las Lilas, asesinado de un disparo de arma de fuego en la frente dentro de un auto Chevrolet Ónix de color bordó.
Tras preservar la escena del crimen se convocó a los peritos de la Policía Científica, quienes hallaron dos cuchillos con manchas hemáticas, aparentemente salpicadas por el hombre tras ser baleado.
Los expertos también encontraron sangre en la manija de apertura interior de la puerta del lado del conductor, según indicaron las fuentes.
Los forenses que trabajaron en el lugar establecieron que Castro, quien era un gendarme retirado, fue ejecutado a corta distancia. La data de la muerte la ubicaron alrededor de las 23 horas del pasado jueves y las primeras horas del viernes 11 de junio.
Por su parte, los efectivos constataron el faltante del teléfono celular de la víctima y las llaves del vehículo. También presumen que tenía en su poder el arma reglamentaria, ya que los familiares no pudieron hallarla en su domicilio.
En tanto, el hijo del exgendarme, de 25 años, declaró a la Policía que el jueves por la noche su padre le había enviado un mensaje por WhatsApp en el cual le escribió: «Me voy con una minita a la canchita, a lo oscuro».
El fiscal Federico Soñora, a cargo de la UFI Nº 4 del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez, ordenó una serie de medidas tendientes a esclarecer el homicidio, entre ellas, el relevamiento de cámaras de seguridad ubicadas en la zona.