Un joven de 29 años había sido secuestrado en Cuartel V. Tenía antecedentes por robos. Estuvo desaparecido durante ocho días. Su cuerpo apareció baleado y quemado a la vera de la Ruta 6, en General Rodríguez. Hasta el momento no hay detenidos, aunque habría dos sujetos con pedido de captura.
1:42 horas del miércoles 17 de julio. La cámara de seguridad de la municipalidad de Moreno ubicada sobre avenida Derqui a mitad de cuadra entre las calles Víctor Hugo y Eberth del barrio Mayor del Pino de Cuartel V registró una persona corriendo. Inmediatamente aparece en escena un auto de color negro que lo sobrepasó y se detuvo en la esquina de Derqui y Víctor Hugo. Bajó un sujeto. El individuo que huye intenta eludirlo tomando la dirección contraria pero aparece en escena una tercera persona que portando un arma larga corta el escape. Finalmente sobre la vereda es reducido, golpeado y subido al vehículo. La avenida Derqui es solo la mano que da hacia Moreno. Esa misma traza, pero desde la mitad hacia el norte se llama Fray Marchena. Es José C. Paz.
Justamente en la Comisaría 3º de José C. Paz quedó radicada la denuncia por el secuestro de Lucas Ezequiel Fernández, de 29 años. Al ser un viejo conocido de la justicia del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez, las actuaciones fueron giradas a la UFI Nº 1 de esta jurisdicción a cargo del Dr. Leandro Ventricelli. Fernández tenía antecedentes por robos, principalmente. No era querido en el barrio porque asaltaba sin miramientos a sus propios vecinos. Semanas atrás estuvo detenido un par de días en la comisaría de Cuartel V.
Las fuentes consultadas indicaron que un grupo de sujetos buscaba intensamente a Fernández. Recorrían la zona, armados. No solamente lo rastreaban a él, sino también a un cómplice. En la madrugada del miércoles 17 de julio finalmente capturaron a Fernández. Desapareció. La familia se movilizó para conseguir datos sobre su paradero, pero la esperanza de hallarlo con vida era poca y mermaba con el paso de las horas. Lamentablemente los peores pronósticos se cumplieron ocho días después.
En la mañana del jueves 25 de julio, una persona que casualmente transitaba por la Ruta 6, entre el viejo camino a Navarro (donde se emplaza el aeródromo de General Rodríguez) y el puente del arroyo La Choza, halló un cadáver. Llamó al servicio de emergencias 911. Un móvil del Comando de Patrulla Rural confirmó el dato.
El cuerpo estaba parcialmente quemado. Los peritos de la Policía Científica determinaron que lo habían ejecutado de un certero disparo en la sien. Entre los pastizales secuestraron una vaina servida de un arma calibre 9 mm. Habría sido asesinado el mismo día del secuestro. En la causa intervino la Dra. Alejandra Rodríguez, titular de la UFI Nº 9.
Restos de ropa y fisonomía descrita en la denuncia de desaparición permitieron intuir que se trataba de Lucas Ezequiel Fernández. Los especialistas forenses lograron cotejar las huellas dactilares con el sistema AFIS. Al estar fichado por delitos, saltó la identificación positiva. El expediente fue remitido a la UFI Nº 1.
La investigación llevada adelante por el Dr. Ventricelli sumaba datos. El secuestro de Fernández, que terminó con su asesinato, respondía a un típico ajuste de cuentas. Un supuesto grupo narco tenía cuentas que saldar con él, por problemas vinculados a drogas. No queda claro si se trataba de robo de estupefacientes, falta de rendición de dinero o deudas por consumo. Lo cierto que estos delincuentes lo buscaban para escarmentarlo. Hasta que lo atraparon en las inmediaciones de su vivienda.
Voceros que entienden en la pesquisa señalaron que habría dos sospechosos individualizados. Los buscan intensamente. Al menos uno de ellos habría salido de la jurisdicción. Habría información certera. Ya estarían solicitados los pedidos de capturas, al menos en el ámbito nacional. Pero hasta el momento no hay detenciones.