El homicidio del enfermero Gustavo Terraza está sumido en el misterio. El hombre de 38 años fue encontrado muerto por su padre la mañana del pasado sábado 23 de noviembre en su dormitorio del barrio Altos del Oeste de General Rodríguez. Había sido salvajemente golpeado y murió estrangulado. Aún no hay detenidos por el brutal asesinato.
Gustavo Terraza tenía 38 años. Trabajaba de enfermero para una empresa de medicina prepaga en la zona de Villa Luro -Capital Federal- noche por medio. El pasado viernes tenía franco.
Según relata su padre, Sixto Terraza, la noche de ese viernes Gustavo preparó la cena. Vivían solos en el barrio Altos del Oeste. Comieron juntos, mientras miraban televisión. Sixto se acostó cerca de las 22 horas, mientras su hijo se dirigió a su habitación, construida en los fondos de la vivienda. Esta dependencia no tiene comunicación directa con la edificación principal, un dato importante para el drama que se iba a desarrollar horas después.
La mañana del sábado Sixto tomó su máquina de cortar césped y se dirigió a atender un puñado de terrenos que mantenía. Antes de salir llamó a Gustavo, porque la noche anterior éste le había comentado que tenía intenciones de levantarse temprano. Pero como “había estado acomodando su pieza y moviendo muebles, pensé que estaba cansado y que seguía durmiendo” relató el padre.
Sixto Terraza regresó cerca de las 10 de la mañana. Nuevamente se acercó a la habitación de su hijo. Volvió a llamarlo. No obtuvo respuesta. “Me acerqué a la puerta y tomé el picaporte. Estaba sin llave. Supuse que se había levantado temprano y que se había ido” afirmó el padre ante las cámaras de Telered Noticias. Acto seguido ingresó en el dormitorio y apagó la luz que estaba sobre el acceso.
Una vez que se aclimató a la penumbra, el hombre -con problemas visuales- se paró ante la cama “tirado estaba Gustavo. Estaba como si se hubiese tirado sobre ella, acostado como si estuviese muy cansado. Cuando me acerqué más, vi un charco de sangre” contó el hombre, aguantando el llanto.
Sixto Terraza tocó a su hijo en una pierna: “estaba muy frío”, señaló. “Yo estaba solo y llorando como un loco” y salió corriendo hasta la casa de una vecina “le dije a Cristina que llamara a la Policía porque lo han muerto a Gustavo anoche”.
“Yo no escuché nada” afirmó Sixto cuando se le consultó si oyó algún grito en la madrugada. Una circunstancia lógica, teniendo en cuenta que las construcciones están separadas.
Personal de la Comisaría 2º de General Rodríguez arribó a la casa ubicada sobre la calle Paraguay entre Florida y Baradero del barrio Altos del Oeste. Una rápida inspección en la habitación de la víctima permitió encontrar un cable eléctrico al lado del cuerpo. El cadáver estaba golpeado. El médico legista evaluó que la muerte se había producido por estrangulamiento pero que antes había sido salvajemente torturado. Gustavo Terraza estaba en calzoncillos y con una remera.
Hay datos que desconciertan a los investigadores. El más llamativo de ellos tiene que ver con que ninguno de los perros de la familia había ladrado. Tampoco había signos de que la puerta de acceso a la habitación hubiese sido forzada. La principal presunción es que la víctima conocía a su atacante.
El forense determinó la hora de muerte en las primeras horas de la madrugada. Los peritos dependientes de la Policía Científica realizaron un relevamiento de huellas, mientras que los uniformados interrogaban a los vecinos en la búsqueda de información de interés para la causa.
La familia denunció el robo de una notebook, de dos teléfonos celulares y cadenitas de oro. Presumen que Gustavo tenía ahorrado algo de dinero, pero no sabían ni el monto ni el lugar donde lo escondía. También mencionaron que semanas atrás, mientras Gustavo estaba en la casa principal, al menos un individuo había irrumpido en la habitación y se había llevado dos cámaras de fotos.
La hipótesis de investigación apunta al ataque de una persona conocida, a la que Gustavo Terraza permitió el ingreso durante las últimas horas del viernes o las primeras del sábado, y que después de asesinarlo, robó elementos de valor. Resta determinar si este sujeto -se presume que sería un hombre por la fuerza ejercida para reducir y matar a Gustavo Terraza- tenía como móvil primario el robo o antes se produjo una discusión por motivos desconocidos y posteriormente decidió llevarse estos objetos mencionados por el círculo cercano de la víctima como faltantes.
Los pesquisas son optimistas en la resolución del caso y que el asesino terminará encarcelado. Para mantener esta posición contarían con datos que guardan en estricta reserva, al menos esto señalaron las fuentes consultadas.
La causa es instruida por la UFI Nº 9 del Departamento Judicial de Mercedes a cargo del Dr. Oscar Reggi.