Buscaron los restos de su padre en la morgue y lo habían entregado a otra familia, que los enterró

Raúl Ojeda desapareció de su casa de Mariló el domingo 2 de febrero. Sufría de Alzheimer y tenía 75 años. La familia lo buscó desesperadamente hasta que lo encontraron muerto dentro de una canalización a la vera de la Autopista del Oeste y que desemboca en el Río Reconquista.

El cuerpo fue sacado por los Bomberos Voluntarios y llevado a la morgue judicial de Moreno y General Rodríguez, ubicada en el hospital Vicente López y Planes. Luego de las pericias de rigor, por el elevado estado de descomposición, le avisaron a los deudos que podían retirarlo así lo velaban y le daban entierro. Pero el cadáver ya no estaba.

Confundieron los restos de Ojeda con los de Alejandro Ceballos, un hombre de 35 años que murió atropellado el 2 de febrero en la Autopista del Oeste. La familia de Ceballos lo sepultó el 20 de febrero. Pero el 5 de marzo les avisan del error y que a quien habían enterraron era a Ojeda. Tuvieron que exhumar el cuerpo y hacer un nuevo reconocimiento, en las terribles condiciones en que se encontraban los hombres.

Ojeda nuevamente fue sepultado el sábado 8 de marzo. Ceballos un día antes. Hay una causa que es instruida en la UFI Nº 9 del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez contra el Cuerpo Médico Forense y caratulada como “Incumplimiento de los deberes de funcionario público”. Entrevista con Elsa y Andrea, hijas de Raúl Ojeda.