La semana pasada se vivieron momentos de real tensión, cuando por 48 horas estuvo desaparecida una menor de 15 años, apareciendo posteriormente con signos de haber sido abusada. Fue en el barrio Altos de San Joaquín (a unos 400 metros del puente del ex Camino a San Fernando), donde aparentemente tres personas, aprovechando un corte de energía y el horario nocturno (eran cerca de las 21 horas), la amenazaron y le pidieron que suba a un automóvil, con el que se la llevaron del lugar raudamente.
Se vivieron circunstancias muy duras. Salieron a buscarla e inclusive se hizo la denuncia policial y en los medios de prensa. No se registraron novedades hasta el miércoles, cuando cerca de las 15,30 horas fue liberada, con los ojos vendados, en cercanías del cementerio local.
Desde ese momento comenzó a gestarse otra historia que tiene que ver con la labor de los investigadores y la propia familia, la cual acusa que desde la policía no le creyeron la historia a la menor e inclusive, aducen, fue ninguneada por quienes le tomaron la declaración en la sede de 2 de Abril y España.
Sandra Zabala y Miguel Oregaín, padres de la chica ausente, dialogaron con los medios para dejar en claro los acontecimientos suscitados. Oregaín comenzó diciendo: “Ella salió y se acercaron dos individuos, uno de ellos grande, quién la amenazó diciéndole que suba o la pinchaba. Nosotros la salimos a buscar pero no la encontramos. Por lo que me dice la tuvieron cautiva en un lugar oscuro y esa noche le dieron cerveza, fernet, alguna pastilla, porque el martes se la pasó todo el día durmiendo. Los tipos aprovecharon esta circunstancia para abusar en ese momento de ella e inclusive le pegaron algunas piñas en la boca”.
Más tarde el mismo padre de la menor agregó: “Ya el miércoles a la tarde apareció. Aparentemente la liberaron porque se sentían nerviosos por la búsqueda que se estaba haciendo por todos lados. La llevaron a la zona del cementerio con los ojos tapados para que no los reconozca y desde allí se vino caminando”.
Refiriéndose a la situación vivida en la Comisaría 1º, agregó la mamá Sandra Zabala: “La trataban de mentirosa y le decían que estaba jugando y que diga la verdad porque a ellos les estaba haciendo perder el tiempo. Mi hija llorando les comentaba que les decía la verdad e inclusive les contaba con lujos de detalles lo ocurrido y hasta que para largarla les hizo sexo oral y le largaban toda la porquería en el cuerpo”.
Luego la mujer agregó respecto al trabajo médico: “El primer profesional que la vio fue el de Eme 24 en la propia Comisaría. La revisó muy bien en todo el cuerpo y dijo que en principio había signos de haber sido abusada y por eso prepararon dos frasquitos con calmantes porque estaba muy dolorida.
Luego fue al hospital de General Rodríguez y allí no sabemos bien que pasó porque cambiaron todos los papeles. La revisaron así nomás en la camilla, no se le hizo un hisopado y ni la tocó, a lo que simplemente dijo que no tenía nada”.
Terminando la nota hablaron de la actitud asumida por la fiscalía que atendió judicialmente los acontecimientos: “En la fiscalía le volvieron a tomar declaración y allí ella comentó todo lo sucedido nuevamente. También le agregó lo que había vivido en la comisaría y como la trataron los médicos intervinientes”.