A 30 días de aquel miércoles 4 de abril cuando una feroz lluvia y vientos de más de 120 kilómetros por hora dejaron a su paso casas sin techos, árboles arrancados de cuajo, carteles volando y falta de agua y energía eléctrica, el distrito de General Rodríguez se encuentra con una situación normalizada, en virtud de la rápida respuesta municipal que supo desenvolverse en la emergencia, con el intendente Juan Pablo Anghileri a la cabeza, contando, por supuesto, con valiosa ayuda de los gobiernos nacional y provincial.
Todas las áreas municipales coordinaron sus acciones enfocadas básicamente en los barrios Almirante Brown, Altos del Oeste y Güemes, zona más castigada por el tornado.
Allí convergieron dotaciones municipales, personal del ejército, bomberos voluntarios de General Rodríguez y de la Policía Federal, para trabajar en la liberación de los espacios públicos y facilitar el trabajo de la empresa para restablecer el servicio de energía eléctrica.
La Escuela 14 del barrio Güemes se convirtió en centro de atención de la gente más damnificada, allí se distribuía agua, ropa y comida, gracias al trabajo de los directivos y docentes de la escuela que se hicieron cargo de la cocina y de muchos voluntarios que sumaron su esfuerzo para sobrellevar la situación. También allí tuvimos la hermosa noticia de un nacimiento en el salón donde se instaló el centro sanitario ya que la salita del barrio perdió gran parte de su techo.
La llegada al distrito del gobernador Daniel Scioli, del Vice gobernador Gabriel Mariotto y de varios ministros y altos funcionarios de Nación y Provincia, no solamente significó ayuda material y asistencia a través de diversos recursos, fundamentalmente significó estar a nuestro lado y con la gente en un momento tan difícil.
Desde un principio la municipalidad asistió a los vecinos con aquellos elementos imprescindibles para sobrellevar la adversidad y realizar, lo más rápido posible, las mejoras que no podían esperar.
A mediados de abril, los barrios ya contaban con el suministro de energía eléctrica, excepto algún caso puntual que luego se fue resolviendo, también las clases volvieron a dictarse normalmente en todos los establecimientos educativos.
Hubo jornadas solidarias para contrarrestar el devastador paso del tornado, fenómeno meteorológico que hizo aflorar la generosidad de mucha gente.
General Rodríguez volvió a la normalidad, las consecuencias del tornado fue posible superar con compromiso, responsabilidad y mucho trabajo que no reparó en días y horarios, desde el primer minuto de sucedido aquel fenómeno natural.
Fuente: Prensa municipal