El misterio rodea el homicidio de una joven en Las Malvinas, partido de General Rodríguez. El cuerpo de una chica, salvajemente golpeado, fue encontrado durante la mañana del pasado sábado 24 de noviembre a la vera de la calle Patricio Ham, frente a las vías ferroviarias y a un centenar de metros del cruce conocido popularmente como Las Latas. Aún no pudo ser identificado, motivo por el cual la investigación se encuentra empantanada.
El cuerpo de una joven de entre 20 y 25 años fue encontrado circunstancialmente por una vecino que caminaba por la calle Patricio Ham, casi esquina Caseros. Minutos habían pasado de las 6 de la mañana del sábado 24 de noviembre. El horrorizado hombre corrió hasta la garita de seguridad que se erige en la intersección de la calle Corrientes, con Almirante Brown. El vigilador, que presta servicios para el club de campo El Nacional, dio aviso a la policía.
Inmediatamente arribaron al lugar señalado, dos móviles de la seccional 2º de General Rodríguez. El personal policial confirmó la denuncia, aunque la persona que advirtió la situación desapareció sin que nadie atinara a tomarle los datos. A menos de dos metros de la terminación de la calle Patricio Ham, se hallaba tirado el cadáver de una joven mujer, entre unos altos pastizales, frente a un campo donde miembros de la comunidad boliviana realizan sembradíos de distintos productos.
Los peritos de la Policía Científica realizaron un examen preliminar del cuerpo. Presentaba varias heridas de arma blanca en la caja toráxica y al menos una en la cabeza. Justamente su cabeza había sido reiteradamente golpeada contra la cinta asfáltica, produciendo el desprendimiento del cuero cabelludo. Un manchón de sangre quedó mezclándose con el cemento, como irrefutable testigo del hecho. No hubo lugar a dudas. Era la escena del crimen primaria. La chica había muerto allí y pocas horas antes. Un relevamiento en la zona, indicó que los pocos habitantes que viven en las cercanías no escucharon ningún grito de auxilio durante la madrugada.
Además los expertos habrían hallado dos elementos que pueden ser claves en el avance de la pesquisa. En una de sus manos, apretada en el puño, se encontró una cadenita, que podría pertenecer al atacante. En la otra, restos de cabellos que no corresponderían a la víctima. También trascendió que no habría indicios de violencia sexual. Estaba totalmente vestida.
Un rastrillaje en el campo no ubicó el arma blanca con la que se cometió el asesinato. Las pericias indicarían que se trataría de un pequeño cuchillo del tipo doméstico, con filo en una sola parte de la hoja.
Los investigadores manejan la hipótesis de un homicidio no premeditado, o por lo menos no planificado con anterioridad, cometido por una persona cercana a la víctima. Antiguamente lo caratulaban como pasional; en suma, un femicidio. Fuentes vinculadas con la pesquisa indicaron que sobre la calle Caseros se halló una campera negra, con el logo de un reconocido supermercado. La prenda pertenecería a la chica asesinada y sería un indicio que permitiría encaminar parte de la pesquisa.
Pese a que ya pasaron varios días, y al aviso por parte de la policía a las comisarías de la zona del hallazgo del cadáver, aún no pudo ser identificada. Se trataría de una chica que tendría al momento de su muerte entre 20 y 25 años, tez trigueña y pelo castaño oscuro. Su altura aproximada sería de 1.62 mts. Las huellas dactilares no habría arrojado ningún resultado. Obviamente tampoco tenía papel ni documentación alguna que permita individualizarla.
Se sospecha que la joven no tendría contacto fluido con familiares, motivo por el cual aún no se habría registrado ninguna denuncia por averiguación de paradero. También se trabaja sobre la hipótesis que el autor del asesinato pertenecería al círculo íntimo de la víctima. El robo, a esta altura, ya estaría totalmente descartado.
Otro caso, otro misterio
Casi en el mismo lugar donde fue hallado el cuerpo de esta chica, hace poco más de 9 años fue encontrado otro cadáver, en este caso el de Vilma Suárez, que en el momento de su muerte tenía solo 15 años.
Vilma Suárez era estudiante de la escuela Nº 15 del barrio Parque La Argentina y desapareció el 17 de octubre del 2003. Sus restos mortales aparecieron 3 días después, el domingo que se conmemoraba el “Día de la Madre”.
Aunque hubo al menos un sospechoso, la causa en la que se investigaba su muerte fue cerrada el año pasado sin condena alguna para ninguno de los supuestos involucrados, pese a los que reclamos de la mamá de la adolescente, Estela Verdún.
Vilma Suárez había sido abusada sexualmente y su deceso se produjo luego de una feroz golpiza.