Un cadáver fue encontrado en un descampado de la localidad morenense de Francisco Álvarez. El cuerpo presentaba un avanzado estado de descomposición. El macabro hallazgo lo realizó un grupo de trabajadores. Las primeras pericias indicarían que se trataría de un hombre mayor de edad, fallecido hace más de un mes atrás.
Durante el mediodía del pasado jueves, unos trabajadores que construían una estructura metálica detectaron un fuerte olor nauseabundo en un predio lindero. Al asomarse, entre los altos pastizales visualizaron restos, que supusieron humanos. Rápidamente llamaron a la Comisaría.
Minutos después, arribaron al lugar (Ruta 7 ente José Martí y Bolívar, de la localidad morenense de Francisco Álvarez) dos móviles de la seccional 6º de Moreno. Los uniformados, internándose en el campo, hallaron restos humanos, a unos diez metros de la línea municipal, que habían sido desmembrados por alimañas. También las inclemencias del tiempo hicieron estragos, lo que impedía una rápida identificación.
Inmediatamente se cercó el lugar. Los peritos trabajaron en el rastrillaje de la zona. Trascendió que un análisis preliminar de los especialistas indicaría que se trataría de un joven hombre y su muerte databa de poco más de un mes atrás. Aunque no se habría podido determinar si su deceso se produjo de manera violenta. Nada habría en los alrededores para sacar una conclusión certera de la naturaleza del hecho.
Posteriormente el cadáver fue retirado y remitido a la morgue de General Rodríguez.
Presunciones
Entre los investigadores empezó a generarse una fuerte sospecha. Desde el 27 de abril se encuentra desaparecido Luis Volpe, alias “Ojito” o “Metra”. Este hombre de 31 años -quien poseería antecedentes penales- fue visto por última vez acompañado por otro sujeto quien ahora se encuentra detenido.
Según las denuncias radicadas en la Comisaría 6º de Moreno -y en las que interviene la UFI Nº 3 del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez- Pablo S. de 42 años sería un conocido traficante de drogas de poca monta. Volpe sería quien comercializaba al menudeo los estupefacientes. Una disputa por un indeterminado monto de dinero, habría llevado a Pablo S. a disparar contra Volpe en el vehículo en el que viajaban. Volpe, muerto o mortalmente herido, habría sido abandonado en un campo cercano a la intersección de la Ruta 6 y la Autopista del Oeste, en el límite de General Rodríguez y Luján. Esta reconstrucción respondería al relato aportado por un testigo de identidad reservada.
El sábado 12 de mayo Pablo S. fue detenido en su casa de Cuartel V. en el allanamiento se habría secuestrado una pistola 9 mm y una escopeta. Se labraron actuaciones por el delito de “Tenencia de armas de guerra y encubrimiento agravado”. Además se incautó el auto en que se movilizaba Pablo S., un Ford Focus gris. En el asiento del acompañante se encontraron manchas hemáticas y cabellos. Se recogieron muestras y se solicitó a un pariente directo de Luis Volpe sangre para someterlo a un cotejo genético. A casi un mes, el análisis de ADN aún no se habría efectuado. Las fuentes indican que este tipo de estudios se debe realizar en un laboratorio privado -la policía bonaerense no cuenta con la aparatología necesaria para llevarlo adelante- y su costo asciende a una suma cercana a los 20 mil pesos. La pesquisa se encuentra estancada en este aspecto.
El hallazgo del cuerpo en el campo de Francisco Álvarez abre una serie de interrogantes que deben ser respondidas por los investigadores. No se descarta que, de ser veraz la información brindada por el testigo, Pablo S. habría trasladado el cuerpo de Volpe del campo de Ruta 6 y Autopista del Oeste, ante la posibilidad de ser descubierto. Aunque no se explican porque habría elegido el predio en la localidad morenense. Además el grado de descomposición del cadáver dificulta su identificación. Un dato trascendió: que la cabeza del occiso presentaba una lesión de vieja data en un ojo, lo que se correspondería con una característica de Volpe. Volpe habría perdido un globo ocular en un accidente, por eso el mote de “Ojito”.
Clave para desentrañar este misterio sería un análisis de ADN. Pero para obtener estos resultados, todo hace presumir que pasaran varios meses. Hasta que no existan certezas, la investigación seguirá empantanada.