Un mecánico de 53 años y con antecedentes penales es el ladrón que ayer terminó muerto cuando, junto a al menos dos cómplices, entró a robar a una casa del partido bonaerense de Pilar, donde el dueño lo mató de un escopetazo en el pecho en un caso de legítima defensa, informaron hoy fuentes judiciales.
El fallecido fue formalmente identificado en las últimas horas como Fernando Javier Morales (53), dueño de un taller mecánico y domiciliado también en la zona de Pilar.
El fiscal a cargo del caso, Raúl Casal, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Pilar, y los detectives de la comisaría 2da. de ese distrito realizaron en las últimas horas dos allanamientos en la casa y en el taller de Morales, en busca de pistas que puedan dar con las identidades y la ubicación de los al menos dos prófugos que tiene el caso.
“Morales era mecánico, pero contaba también con antecedentes por robo calificado entre otros delitos”, dijo a Télam un vocero judicial.
En tanto, la víctima del asalto, un hombre de 43 años dueño de pequeña empresa de camiones, continuaba hoy internado en el hospital municipal Sanguinetti de Pilar, ya que en el enfrentamiento que tuvo con la banda dentro de su domicilio terminó herido de un balazo en un brazo.
“El disparo que recibió le quebró un hueso y le afectó un tendón y tuvo que ser operado en las últimas horas”, confió una fuente de la investigación.
Pese a que mató al ladrón, el fiscal Casal no adoptó ningún temperamento con este hombre -su identidad se resguarda-, porque todo indica que se trató de un caso de «legítima defensa privilegiada”, ya que está acreditado que los delincuentes estaban armados, que dispararon contra él y que todo sucedió dentro de su casa.
El hecho ocurrió alrededor de las 5.30 de ayer en una propiedad ubicada sobre Ruta 25 (avenida Dardo Rocha) y Lago Mascardi, de Villa Astolfi, partido de Pilar, en el norte del conurbano bonaerense.
Según explicaron las fuentes, allí vive un matrimonio en una casa junto a la cual hay un tinglado donde guardan una flota de tres o cuatro camiones de la pequeña empresa transportista que tienen.
El hombre salió de la casa temprano para abrirle a uno de sus choferes y cuando ese camión partió y estaba cerrando el portón del tinglado, fue sorprendido por al menos tres hombres armados, con guantes y algunos de ellos encapuchados, que al grito de «¡alto, policía!» lo quisieron interceptar.
El transportista se dio cuenta de que no eran policías, se metió en su casa y se refugió en un cuarto con su esposa, donde tomó una escopeta de caza que guardaba en el placar.
Los ladrones entraron disparando a la casa y el hombre, cuando le abrieron la puerta del cuarto, recibió con un escopetazo en el pecho a uno de los asaltantes, que cayó muerto en el acto.
Los cómplices huyeron de la casa continuando con los disparos, uno de los cuales alcanzó a herir en un brazo al dueño de los camiones.
En total, se marcaron en la escena un total de 35 evidencias balísticas, entre impactos de bala y vainas calibres 9 milímetros y .40.
En cuanto al delincuente muerto, luego identificado como el mecánico Morales, presentaba un único disparo de escopeta en el hemitórax izquierdo, y en su mochila se hallaron cuatro cargadores de pistolas calibre .40 y 9 milímetros, un alicate, una linterna, una gomera, más guantes que los que tenía colocados, un cuello polar, gorra con visera, pasamontañas y hasta dos barbijos negros con el escudo de las Policía de la Provincia de Buenos Aires.
Una fuente judicial confirmó a Télam que no se descarta que por el modus operandi y por cómo estaban preparados, alguno de los integrantes de la banda sea un exintegrante de alguna fuerza de seguridad.
El arma que tenía ese ladrón muerto no pudo ser secuestrada porque fue recuperada por uno de sus cómplices, aclararon las fuentes.
Con info Télam