Kicillof criticó el “profundo daño social” que causan las políticas de Milei y llamó a “luchar por el proyecto de país que el pueblo merece”

El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, afirmó que “aunque el gobierno de Javier Milei se enorgullece del ajuste y festeja sus resultados, la realidad muestra otra cosa: un profundo daño social con resultados catastróficos para los trabajadores, los jubilados y los que menos tienen y un país más desigual, con la soberanía, la industria y el federalismo en riesgo“.

En una columna de opinión publicada este domingo en el diario Perfil, el mandatario bonaerense trazó un balance de la administración libertaria a partir de un análisis de los resultados económicos y sociales del programa de Milei y consideró que “Este gobierno está provocando un profundo daño que desborda la esfera económica: las ideas que promueve el presidente ponen en riesgo el federalismo, los derechos sociales, la industria y la soberanía nacional”.

Al referirse a la cuestión económica, el gobernador manifestó que “a Milei le alcanzaron unos pocos meses para aumentar la desigualdad como nunca antes había ocurrido” y apuntó que, ahora, “los ricos son más ricos y los pobres son más pobres. Y los sectores medios están en caída libre”.

“Si bien cada vez son menos los que se preguntan ‘¿y si le sale bien?’, va quedando claro que el modelo de Milei está haciendo estragos a una velocidad inédita”, prosiguió y rememoró que “a los pocos días de asumir, Milei produjo la devaluación deliberada más grande de nuestra historia: un 118%, que estuvo acompañada de una desregulación por decreto de los sectores concentrados de la economía”.

Entendió el gobernador que “el resultado fue un fogonazo inflacionario que destruyó el poder de compra de los ingresos”, apuntó que “como se redujeron dramáticamente los salarios y las jubilaciones, se desplomó el consumo” y aseveró que “la caída de las ventas desencadenó, por supuesto, una reducción de la producción ocasionando cierres, suspensiones, despidos en el sector privado y, por tanto, un aumento del desempleo“.

Sostuvo que “a su vez, el ajuste fiscal aplicado a la inversión pública y los despidos en el estado nacional profundizaron la recesión, agregó que “la inversión privada, por su parte, también se desplomó porque no hay nadie, lógicamente, que quiera expandir la producción si no hay quien compre” y opinó que “la única inversión viable en este esquema de destrucción del mercado interno es la que se dedica a extraer recursos naturales para colocarlos en el exterior, sin dejar nada para el país. Ese es el objetivo del régimen recientemente aprobado (RIGI)”.

Luego, Kicillof planteó que “la economía entró de este modo en un círculo vicioso, porque el desempleo deprime aún más el consumo generando en una segunda vuelta menos ventas, menos producción y más desempleo” y rechazó el “sadismo” del Gobierno, al asegurar que “Milei se enorgullece por su ajuste, que, según él, es el más profundo de la historia universal”.

En ese marco, cuestionó que en las elecciones la sociedad haya votado “para que se haga este ajuste” dado que “en campaña, Milei presentó a su ajuste como una lucha contra los privilegios, pero jamás aclaró que la motosierra se usaría para recortar salvajemente jubilaciones, empleos, ingresos y derechos”.

Posteriormente, indicó que “el ajuste fiscal no fue contra la política, sino que un 35% recayó en los haberes de los jubilados, un 23% en la obra pública interrumpida, un 13% en los aumentos tarifarios, un 7% en los incumplimientos con las provincias y un 7% en los diversos programas sociales, alimentarios y de medicamentos” y dijo que “estos rubros explican un 85% del ‘ahorro’ de Milei” y señaló que “la suspensión de la obra pública, además de dejar al país sin rutas, sin viviendas, sin cloacas, sin la infraestructura que tanto se necesita, arroja al desempleo a miles y miles de trabajadores”.

Para el mandatario peronista, “los datos económicos son todos desastrosos” y, en ese sentido, enumeró que “los salarios cayeron un 20% y las jubilaciones un 14%, lo que afectó el consumo” y remarcó que “la desigualdad creció ferozmente y el índice de Gini (que mide la desigualdad) retrocedió a niveles de hace 16 años”.

“Estimaciones privadas en base a estos datos ubican la pobreza en 55,7% para el primer trimestre del año (fue de 38,7% el año pasado) y la indigencia en 18,3% (contra un 8,9%). Otro récord histórico, digno de la creación de un nuevo premio: el anti-nobel”, insistió.

También explicó que la producción nacional muestra una caída de 5,5% del PIB en el primer trimestre, subrayó que “esa profunda recesión se refleja en un salto en la desocupación: el último informe de desempleo muestra que pasó del 5,7% a fin de año a 7,7% en el primer trimestre” y contó que “desde que llegó Milei, 155.000 bonaerenses cayeron en la desesperación del desempleo”.

“En síntesis, mientras el presidente festeja éxitos imaginarios, se empiezan a ver los resultados de su plan de destrucción del Estado: más privilegios para pocos y menos derechos para muchos”, resumió Kicillof y analizó que “su confesado propósito de ‘destruir el Estado desde adentro’, además de bordear la inconstitucionalidad, es totalmente inoportuno: el contexto mundial lleva a los dirigentes políticos de las más diversas orientaciones a proponer un Estado que proteja a sus pueblos”.

“El plan anarcocapitalista está fracasando. Y va a continuar así en la medida en que no se cambien las políticas de reducción de los ingresos, apertura importadora, desregulación de los monopolios, tarifazos y absoluta desprotección de los sectores medios y populares“, recalcó el gobernador.

Con todo, Kicillof reflexionó que “en este oscuro panorama, existen señales más optimistas” ya que “un sector importante de la sociedad está dispuesto a defenderse”, entre los que citó a los sindicatos, el movimiento feminista, las organizaciones de derechos humanos, los científicos, el movimiento estudiantil, los artistas y los movimientos sociales.

“En este marco, como gobierno de la provincia más grande del país y como principal fuerza política de la oposición, tenemos dos tareas: crear un escudo y una red para proteger los derechos que el presidente se propone disolver, atenuando el daño social que causan las políticas y el abandono de sus obligaciones por parte del Gobierno Nacional”, puso de relieve y propuso “. Y, al mismo tiempo, debemos “reinventar junto a las fuerzas populares y democráticas de la Argentina, una alternativa que en el futuro permita revertir la destrucción en curso, y poner al país en el camino del desarrollo y la inclusión”.

“No nos vamos a desmoralizar ni vamos a bajar los brazos; vamos a organizarnos para luchar por el proyecto de país que nuestro pueblo merece“, concluyó.

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