La historia detrás de un choque que podría haber sido una verdadera tragedia

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La vorágine en que se van formando las noticias, hace que muchas veces no se puedan obtener detalles precisos de los acontecimientos que suceden. Cuando por los medios nacionales se comentó sobre el accidente ocurrido en el kilómetro 52,500 de la Autopista del Oeste, hablaba de la participación de dos camiones y un automóvil, pero en ningún instante remarcó lo ocurrido minutos antes y mucho menos los motivos que derivaron en uno de los choques más impactantes que vivió General Rodríguez en los últimos tiempos.
Los hechos puntuales que se van a desarrollar sucedieron en esa madrugada entre 2,15 y las 3 horas, en una noche de visibilidad plena y sin motivo alguno que motivara la posibilidad de un accidente.
Apenas pasado el primero de los horarios recientemente mencionados, un camión Chevrolet C60 cargado de medias reses de carne proveniente de la ciudad de Olivera, perteneciente al frigorífico Neoplan se disponía a llevar la mercadería a la localidad de San Martín. El incidente que inicia todo el desastre, se da cuando en su paso por General Rodríguez y a pocos metros de llegar al puente de la Ruta 28, el vehículo pesado corta los tornillos de la rueda izquierda y luego de un zigzagueo, termina volcando sobre la mano rápida que va a Capital Federal.
Al observar lo ocurrido, el automóvil Renault 19 que venía detrás en condición de acompañante con José Herrera y Mario Dos Santos en su interior, para evitar alguna colisión, se pone con sus respectivas balizas delante del camión volcado, procediendo inmediatamente a sacar a los dos camioneros que fueron identificados como Alejandro y Nicolás.
Terminada esta acción, Herrera, junto a otro automovilista que frenó para ayudar, comenzaron a llamar al teléfono 911, el cual no atendió nunca a la requisitoria. Ese tiempo perdido luego sería el culpable de un problema aún mayor.
Pasados unos 30 minutos los paramédicos no concurrían al lugar. Una docena de autos y camiones esquivaron por el carril lento el incidente pero, cuando el reloj marcaba que ya habían pasado casi tres cuartos de hora se produjo lo peor. Un camión VW conducido por Mario Mercau, proveniente de Mendoza con tomate triturado en su caja, impactó de lleno contra el Renault 19, arrastrándolo y golpeando contra el camión frigorífico. La imagen de lo que quedó fue escalofriante, con los dos camiones y sus respectivas cargas desparramadas en la autopista y el auto que parecía un cúmulo de hierros retorcidos.
Haciendo un pequeño paréntesis de los hechos, se debe destacar una acción que terminó produciendo lo que los mismos protagonistas denominaron como un milagro. Cuando los ocupantes del camión que transportaba carne salieron de la cabina, se les pidió que ingresen al Renault 19 para resguardarse. Uno de ellos, que sentía un fuerte dolor en la rodilla, prefirió quedarse con la pierna extendida sentado sobre el guardarais, por lo que en ese lugar esperaban que lleguen las ambulancias. Como recién se relató, minutos después el automóvil fue arrollado por el segundo camión, por lo que lógicamente, de haber ingresado los heridos leves al Renault 19, hoy se estaría hablando de una verdadera tragedia.
Cuando se produce el segundo accidente empiezan a aparecer móviles policiales y viales. Pese a que la policía vial tiene su sede a 500 metros del lugar del impacto, primero llegó el patrullero de la Comisaría 1º y luego se agregaron los de Autopista, quienes empezaron a realizar el ordenamiento del tránsito.
Con respecto al conductor del camión VW, Mario Mercau, fue trasladado al hospital Vicente López y Planes, donde fue tratado de los cortes y golpes recibidos, recibiendo el alta el mismo día en horas de la tarde. Sin dudas que puede ser tomado como un segundo milagro en la misma jornada.
Indignante acción
Si los protagonistas del accidente pensaban que habían pasado lo peor, lo cierto es que se equivocaron, dado que la jornada siguió con los sinsabores.
Mediante una grúa de la Autopista del Oeste, se decidió que los vehículos involucrados sean llevados a la zona del corralón municipal, puesto que dejarlos frente a la Comisaría 1º podría generar un caos de tránsito en el casco céntrico. Así fue que en un lote ubicado en Teresa de Calcuta y Alem, se fueron dejando primero el Renault 19, luego el VW mendocino y finalmente el Chevrolet carnicero. Atareados por los trámites administrativos y especialmente para conocer el estado de los heridos, todos se fueron del lugar por lo que se pidió que se dejara una guardia policial en el lugar. Seguramente por la falta de personal, lo único que se pudo brindar fue un paso del móvil lo que, evidentemente, no fue suficiente.
Fue entre las 11 y las 17 horas que delincuentes se acercaron a los vehículos y sacaron del Renault 19 el estéreo y dos cubiertas que habían quedado sanas. También del Chevrolet y el VW desaparecieron una serie de elementos de valor que habían quedado en la cabina y que pertenecían a los choferes accidentados.
El propietario del automóvil Mario Dos Santos, vecino de nuestra ciudad, se mostró más que indignado por la situación, por lo que pedirá una audiencia con las autoridades de seguridad del distrito. Cara a cara quiere explicarles los acontecimientos sucedidos e informará que le fueron requeridos al propietario del camión VW, la suma de 1500 pesos para su liberación definitiva. Ese dinero comentó Dos Santos a nuestro medio, se comprometió a devolvérselo en las próximas semanas.