El barrio del Plan Federal de Lomas de Casasco, conocido popularmente como Villa “Eduardito”, ubicado en la zona sur de Moreno, sufrió graves daños debido a la catástrofe climatológica y a las deficiencias estructurales de las viviendas. Pasaron meses desde que el temporal lo destruyera todo, los vecinos reclaman ayuda al estado, quién también es responsable de la mala calidad edilicia de sus hogares.
Las 600 viviendas fueron entregadas el 21 de diciembre del 2006, contando en el acto de adjudicación con la presencia del entonces Presidente de la Nación Néstor Kirchner.
Luego de que los vecinos se instalaran en las casas, las primeras tormentas mostraron filtraciones, los fuertes vientos volaron techos. Sumado a esto, la gran cantidad de personas que se mudaron al emprendimiento saturaron los servicios educativos en la zona, siendo innumerables los problemas que se produjeron.
Desde la adjudicación y hasta estos días se pueden encontrar en Moreno carteles que ofrecen la venta de algunas de las casas del Plan Federal en un valor de 10 mil pesos promedio.
“Yo no la pienso pagar la cuota, esto es una vergüenza, la casa está mal construida, está toda torcida, cuidando la casa se desmorona igual. Voy a ir a La Plata a hacer la denuncia”, declaró una vecina, propietaria de uno de los inmuebles.
Pasaron 3 meses y las respuestas concretas no llegan
Sumado al destrozo natural que pueden provocar 3 tornados junto a ráfagas de viento de más de 200 km/h, la mala calidad de las viviendas fue un condimento extra para que los vecinos de Villa “Eduardito” lo perdieran todo.
“Luego de los destrozos, pasaron las asistentes sociales y se burlaron de nuestra situación. La ayuda por parte del estado fue un colchón y una frazada luego del temporal”, declaró una vecina del barrio.
Para ser escuchados, y poder encontrar una respuesta a su grave problemática, los colindantes de Lomas de Casasco, decidieron cortar las calles del barrio durante varios días.
“A mí se me voló todo el techo íntegro, estuve 30 días con esta situación. Logramos conseguir las chapas cortando la calle, evitando que los colectivos de La Perlita pudieran pasar, gracias a eso se presentó el IDUAR (Instituto de Desarrollo Urbano, Ambiental y Regional)”.
Durante los cortes de calle, los vecinos del barrio fueron agredidos por civiles, que al encontrar las calles obstaculizadas para circular tomaron represalias contra los manifestantes, sin importar las razones de la protesta.
“Cuando el IDUAR vino por primera vez entregó las chapas, después venían cada tanto y te decían, mañana te damos los clavadores, pasado los clavos, y así por partes”.
El estado municipal se habría comprometido, según los testimonios recogidos en el lugar, a techar las casas, las cuales están valuadas en 50 mil pesos.