Un impactante cariz tomó el desalmado asesinato de Donato Chaile, el abuelo asesinado el 21 de julio en Barrio Zarza de Moreno Norte. Detuvieron a su nieto. El joven está acusado del homicidio. El móvil: más de 100.000 pesos que el hombre tenía ahorrados en su casa.
Personal policial detuvo la semana pasada a Leandro Campero quien fue acusado del homicidio de Donato Chaile. Campero, de sólo 19 años, era nieto de Chaile. Las fuentes consultadas indicaron que el móvil del asesinato habría sido una fuerte suma de dinero que Chaile tenía ahorrado y que guardaba en su habitación, en un lugar que solo su círculo íntimo conocía.
Campero fue apresado por uniformados de la Dirección Departamental de Investigaciones de Moreno y General Rodríguez durante la mañana del pasado lunes 3 de septiembre en la casa en la que vivía junto a su familia, sobre la calle Hugues, entre El Salvador y Las Heras, a unas siete cuadras de la vivienda donde asesinaron a Donato Chaile. El joven no habría ofrecido resistencia y fue trasladado a la Comisaría 1º de Moreno, donde quedó alojado en los calabozos de la mencionada dependencia policial.
El cadáver de Donato Chaile fue encontrado por una de sus hijas. La mujer, que ocupaba una casa en el mismo predio donde vivía Chaile, regresó de la localidad de Vedia junto a sus hijos, quienes habían pasado unos días con la familia paterna. Ella y su esposo habían salido al mediodía del viernes 20 de julio y regresaron al otro día pasadas las 16 horas. Como se encontró con la vivienda de su padre totalmente cerrada, ingresó a la misma con una copia de las llaves. En la habitación encontró a la víctima, muerto al lado de la cama, sobre el piso. Tenía las manos y los pies atados con ropa y dos bolsas de nylon en la cabeza. En medio de la desesperación, llamó a la Policía.
Los peritos determinaron que ninguna de las puertas y ventanas habían sido forzadas. La conclusión lógica señalaba que el/los asesino/s ingresaron con copia de la llave. Las llaves de Chaile estaban en el interior de la vivienda. Increíblemente el/los delincuente/s cerraron las puertas también con llave al terminar con su macabro trabajo. Sólo los cuatro hijos de Chaile tenían copia.
Chaile murió como consecuencia de una asfixia por confinamiento. Falleció al ahogarse dentro de las bolsas de nylon que tenía colocadas en la cabeza, impidiendo que respirara. El médico forense determinó que su deceso se produjo entre las 2 y las 6 de la mañana del sábado 21 de julio. Tenías las manos atadas con repasadores de cocina detrás de la espalda. También inmovilizados los pies. Vestía pijamas y estaba descalzo. Los investigadores sostienen que fue sorprendido por el/los asesino/s en la cama, cuando ya dormía. Reducirlo fue tarea sencilla. Chaile tenía 81 años.
Los testimonios recolectados indicaron que la víctima tenía unos ahorros que rondaban entre los cien mil y los ciento cincuenta mil pesos; era jubilado y también cobraba la pensión de su fallecida esposa. Sólo el círculo íntimo conocía este dato y el lugar donde lo escondía: el ropero de su dormitorio. Fue el único lugar de la habitación que presentaba un desorden evidente. Además, era reducido el grupo de gente que sabía que la hija de Chaile, quien vivía en el mismo predio, había viajado para pasar en la localidad de Vedia la noche del viernes junto a la familia de su marido y sus hijos.
El trabajo de los peritos fue clave. Dentro del ropero, en el sector donde Chaile guardaba el dinero, levantaron una serie de huellas dactilares. Los investigadores tenían como principales sospechosos al círculo íntimo. La comparación de las mismas con el registro de Leandro Campero resultó positiva. Lo acusaron de asesinar a su abuelo. No tendría una coartada convincente para la madrugada en la cual ocurrió el asesinato de Chaile y tendría acceso a las llaves que poseía su madre. Los voceros señalaron que Campero sabía que su tía se había ausentado de a casa. El personal policial que llevó adelante la detención de Campero no encontró una suma de dinero importante en su poder.
Leandro Ezequiel Campero, de 19 años, está acusado de “Homicidio agravado por el vínculo por su comisión con ensañamiento y alevosía con el fin de procurar su impunidad en concurso real con robo”. Enfrenta una pena de reclusión perpetua, en caso de ser encontrado culpable por un tribunal oral. La instrucción de la causa la realizó el área de Delitos Complejos dependiente de la Fiscalía General de Moreno y General Rodríguez. Los investigadores no descartan que Campero haya tenido algún cómplice, aunque no hay hasta el momento mayores datos que permitan sostener esta sospecha, según informaron las fuentes consultadas.