El hombre acusado de matar a martillazos y envolver en una frazada a su pareja en la ciudad bonaerense de San Pedro será sometido en los próximos días a pericias psicológicas y psiquiátricas, al igual que la hija de la víctima, que lo denunció por abusar sexualmente de ella desde la infancia, informó a fiscal del caso, quien investiga un femicidio por «venganza».
La titular de la Unidad Funcional de Instrucción (USI) 11 de San Pedro, Viviana Ramos, aseguró a Télam que dispuso esas diligencias tanto para el acusado como para la hija de la víctima, en el marco de dos causas derivadas del mismo suceso: una por el femicidio de María Esperanza Fernández (43) y otra por los abusos sexuales denunciados por la hija mayor de ella y que habrían sido el disparador del crimen por «venganza».
El acusado de ambos ataques es Roberto Ramón Romero (46), quien de acuerdo a la pesquisa abusó sexualmente de la hija mayor de Fernández, hoy de 23 años, desde que era una niña y con quien continuó manteniendo una relación hasta su adultez, que recién ella identificó como abusiva los días previos al crimen de su madre.
La fiscal Ramos cree que el detonante del femicidio fue una reunión familiar que estaba prevista para desarrollarse en esos días, en la que se iba a definir la denuncia que la joven iba a hacer contra la pareja de Fernández.
Romero, tras negarse a declarar el lunes último, «permanece alojado en comisaría primera de San Nicolas a los fines de evitar reacciones populares en San Pedro y, una vez que concluya el proceso de investigación primaria, será trasladado a un penal bonaerense», agregó Ramos.
La investigadora explicó que «como se trata de una causa muy compleja que tiene a tres involucrados, dos víctimas y un mismo agresor» desdobló la investigación del femicidio y la del abuso sexual agravado contra la joven, que está en pleno desarrollo pericial
«Fue muy importante un informe victimológico realizado por psicólogas del Centro de Asistencia a la Victima de la fiscalía en San Pedro, del que surge la historia de victimización sexual sistemática y reiterada de la hija de Esperanza desde sus 8 a 9 años», aseguró la fiscal.
Ramos explicó que la joven «sintiéndose atrapada en los abusos sexuales, en los últimos meses comienza a tomar consciencia de lo que le estaba pasando e iba a denunciar a Romero por violación».
Para evaluar las condiciones psicológicas y psiquiátricas tanto del acusado como de la víctima, la fiscal ordenó una serie de pericias, al tiempo que espera que lleguen a sus manos los informes con el análisis del contenidos de los teléfonos celulares secuestrados en la causa.
Romero fue detenido por la policía el sábado pasado, seis días después del femicidio, cuando se presentó en la casa de un tío suyo, que alertó al 911.
Mientras el acusado estuvo prófugo, la hija mayor de la formuló la denuncia en su contra por abuso sexual.
A partir de esa instancia, la investigación por el femicidio se orientó hacia la venganza cometida por el atacante contra la hija mayor de su pareja.
Un encadenamiento de hechos aberrantes
Si bien inicialmente los pesquisas pensaron que la joven podía estar vinculada al ataque de su madre, ya que el acusado envió un audio a familiares en el que le atribuía el crimen y además aseguraba tener una relación sentimental consentida con ella, esa circunstancia quedó descartada cuando se profundizaron algunas líneas de investigación.
El femicidio de Fernández (43) fue descubierto el domingo 3 de mayo, cerca de las 15.30, en la casa situada en la calle San Lorenzo al 3000, donde convivía desde hacía 15 años con el sospechoso.
Quien encontró el cuerpo fue una de las hijas que ambos tuvieron en común, de 18 años, y el novio de ésta, quienes al encontrar la puerta de la casa cerrada desde adentro ingresaron por una ventana.
La joven halló el cadáver envuelto en una frazada y con visibles golpes en la cabeza aplicados con un elemento contundente compatible con el martillo carpintero ensangrentado hallado en la escena.
La autopsia determinó que la víctima presentaba ocho golpes en el cráneo y que la causa de la muerte fueron politraumatismos y hemorragia interna.
Cerca del cuerpo se encontró una nota aparentemente escrita por el sospechoso, que daba cuenta del vínculo que mantenía con la mayor de las hijas de su pareja.