¿Llegará el día en que el estado de la Ruta 6 no sea la causa por la que se generen accidentes dentro del distrito de General Rodríguez?. Mientras las autoridades provinciales siguen realizando simples parches para tapar los “cráteres” existentes sobre la cinta asfáltica, el pasado lunes 18 de junio cerca de las 8,30 horas, ocurrió un accidente en el kilómetro 103 (casi frente al Aeroclub General Rodríguez), que tuvo como protagonistas a dos camiones de gran porte.
Según se pudo establecer, todo comenzó cuando un camión Fiat Iveco conducido por Hernán Ramón Centurión, de 37 años y domiciliado en Tandil, disminuyó la velocidad de su rodado ante la presencia de un bache en el camino. Esta acción repentina no habría sido advertida en tiempo y forma por el conductor de un camión Ford Cargo, Maximiliano Bogerini, de 35 años y con residencia en la ciudad de Álvarez, provincia de Santa Fe, por lo que terminó golpeando contra el acoplado del primero.
La fuerte colisión producida entre los dos camiones que circulaban en la misma dirección, hizo que el Ford Cargo se incruste en la parte trasera, quedando el conductor atrapado y sin poder maniobrar para salir del delicado momento.
Informada la policía y los bomberos a través de un llamado proveniente del teléfono de emergencias 911, se acercaron al lugar junto a una ambulancia de la empresa EME 24. Los bomberos voluntarios estuvieron cerca de 20 minutos para poder extraer a Bogerini de entre los hierros de la cabina. Utilizando la máquina expansora, cortaron el vehículo en varios sectores y así se pudo finalmente poner al conductor en una camilla para que sea trasladado al hospital Vicente López y Planes.
Con las piernas realmente muy comprometidas, en el nosocomio local se le hicieron los primeros estudios y posteriormente se lo trasladó a otro centro de mayor complejidad, donde se informó que el estado de salud del camionero era reservado por los golpes internos que había recibido.
Por su parte Centurión no sufrió mayores consecuencias y solamente se mostraba consternado por la situación dramática que le había tocado vivir junto a su colega.
A raíz del accidente, se comenzó a desarrollar una investigación a través de la UFI Nº 10 de Luján a cargo del Dr. Pablo Vieiro, quién caratuló la causa como “lesiones culposas”.