Dos delincuentes asaltaron a un vecino e intentaron llevarse la moto. El Policía que custodiaba el CPU de la avenida Pasteur intervino y se enfrentó a los tiros. Uno de los hampones recibió un disparo en la cabeza. Está internado, fuera de peligro y con custodia. Su cómplice escapó. Alrededor de las 21 horas de este miércoles 28 de agosto, un hombre circulaba en moto por la avenida Pasteur en dirección a la calle Belgrano, desde la Autopista del Oeste. Fue interceptado por delincuentes, montados en otra moto. Amenazado por un arma, la víctima del atraco dejó el vehículo y escapó desesperado. La secuencia posterior muestra el heroísmo de un uniformado. El Policía, dependiente de la Comisaría 8º de Moreno (Catonas), quien se encontraba dentro de la garita ubicada en la esquina de Pasteur y Belgrano del barrio Parque Paso del Rey, advirtió la maniobra y decidió intervenir. Fue recibido a los tiros. Respondió la agresión. Uno de los disparos del oficial alcanzó en la cabeza a uno de los bandidos. El otro fugó a la carrera, abandonando ambos vehículos. El herido fue trasladado al hospital provincial Mariano y Luciano de la Vega. El plomo alcanzó el hueso temporal derecho del cráneo. Salió por la nuca. Está fuera de peligro, increíblemente. Tiene 23 años y fue identificado como Lautaro Cabral. Sigue internado en el nosocomio local, con custodia. En la causa intervino la Dra. Carina Saucedo, a cargo de la UFI Nº 2 del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez. La Instructora Judicial Carla Fernández dispuso que se labraran actuaciones por los delitos de “robo agravado por el uso de arma de fuego, portación ilegal de arma de guerra, atentado y resistencia a la autoridad”. El jueves indagaron a Cabral, único imputado en el expediente hasta el momento, quien se negó a declarar. Fue asistido por un defensor oficial. Sí, pese a la herida, se movilizaba por sus propios medios. Las pericias en la escena del enfrentamiento fue realizado por personal de la Gendarmería Nacional. Secuestraron una pistola calibre 380 y un revólver 32. La moto en que viajaban los delincuentes tenía el número de chasis suprimido. Se trataba de una Honda Tornado 250CC. Una cámara de seguridad privada captó toda la secuencia. Es una prueba fundamental para liberar de culpa y cargo al uniformado (quien resultó ileso), dejando en evidencia el arrojo y valentía del funcionario público. La fiscalía no tomó temperamento alguno con él. Solo incautó la pistola reglamentaria para someterla a pericias. Está en libertad.