La totalidad de las federaciones docentes y no docentes del país acordaron profundizar su plan de lucha con un Paro Nacional Universitario el 23 de mayo y una Jornada de protesta el 22 por falta de respuesta del Gobierno Nacional, al cumplirse un mes de la histórica y masiva marcha nacional en defensa de la universidad pública argentina, anunció el Frente Sindical Universitario tras reunirse el miércoles en la sede de la Conadu.
“A casi un mes de la movilización en apoyo a la universidad pública más grande de la historia, el Gobierno Nacional no ha resuelto ninguno de los temas del conflicto universitario: salarios, presupuesto y becas estudiantiles”, informaron desde la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu). En el mismo sentido, los rectores le exigieron al presidente que gire los fondos para el funcionamiento de todas las universidades nacionales del país.
“La pérdida de poder adquisitivo de los salarios, con la inflación acumulada del 8,8% en abril se ha agudizado y la Secretaría de Educación no convocó a reunión paritaria para resolver el incremento porcentual para el mes de mayo, no presentó una propuesta de recuperación de la pérdida salarial acumulada desde el mes de diciembre, no incrementó la garantía salarial para los cargos de menores ingresos y no pagó el Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid)”, detallaron en el comunicado.
El Frente Sindical Universitario está conformado por los gremios docentes y no docentes Conadu, Conadu Histórica, Fedun, Fagdut, UDA, Ctera y Fatun.
Para los gremios la situación crítica de la Universidad Pública “se debe resolver integralmente con presupuesto para funcionar, becas para estudiar y salarios dignos para sus trabajadoras y trabajadores docentes y no docentes”, indicaron.
La propuesta a la UBA
Respecto a la propuesta realizada por el Gobierno Nacional para hacer frente a la situación crítica de la Universidad de Buenos Aires (UBA) por el que esta universidad recibió un refuerzo del 270% para gastos de funcionamiento y de 300% para los hospitales universitarios y los integrantes del Consejo Superior –integrado por el rector, los decanos, profesores, estudiantes y graduados de las 13 facultades- decidieron suspender la emergencia presupuestaria declarada el 10 de abril pasado, desde Conadu consideraron que “muestra que la contundencia de la marcha del 23 de abril cambió las condiciones de negociación”.
No obstante, señalaron: “Ahora falta el presupuesto de todas las universidades del país, el salario de docentes y no docentes y las becas para que las y los estudiantes puedan ingresar, permanecer y graduarse. No podemos esperar más”.
Las medidas
El 22 de mayo realizarán una Jornada de visibilización de las demandas y marcha de antorchas; y el 23 de mayo el paro nacional docente y no docente será sin concurrencia a los lugares de trabajo, informó Conadu.
“Las medidas de fuerza son una respuesta a la actitud diletante del gobierno. Pasó un mes de una movilización histórica en defensa de la universidad y el gobierno juega al avestruz escondiendo la cabeza frente a la realidad. A eso se suma la provocación que representa el anuncio unilateral de un acuerdo con la UBA por los gastos de funcionamiento, dejando afuera a 170 mil docentes, 50 mil no docentes y a las universidades del resto del país. Nadie se salva solo. Hay que destacar que muchos de esos son docentes y no docentes de la propia UBA que siguen sin respuesta con una inflación que supera el 70% desde que asumió Milei” expresó Federico Montero, secretario de organización de Conadu.
Por su parte, el secretario general de Feduba, Pablo Perazzi, que representa a profesores e investigadores de la UBA, dijo: “Los docentes de la UBA confiamos en que las autoridades -de esta universidad- van a apoyar las medidas de fuerza que resolvieron las federaciones docentes y no docentes. No vamos a caer en la trampa que nos plantea el gobierno de enfrentar la situación de los docentes y no docentes de la UBA con las autoridades. Pero tampoco vamos a aceptar que se dé por superada la emergencia mientras la universidad se sostiene sobre el esfuerzo y el bolsillo de los trabajadores”.
Entre las razones de fondo del conflicto indicaron, además, que un reciente estudio de la Conadu demostró que para 2024 las universidades tienen asignado un presupuesto igual al presupuesto ejecutado en 2023.
“Para tener el mismo poder adquisitivo que en 2023, el presupuesto debería ser hoy de $5.084.012 millones, pero es de $1.415.919 millones. El ajuste que se ha producido, entonces, llega al 72%, ‘licuación’ que festeja Milei”, explicaron en un comunicado desde Feduba.
En el aspecto salarial, el mismo estudio subraya que el 90% del presupuesto universitario lo conforman los salarios de docentes y no docentes, que perdieron el 30% de su capacidad adquisitiva.
“El secretario de Educación (Carlos) Torrendell miente cuando dice que los salarios ‘se siguen incrementando al calor de los aumentos mensuales’. Incrementar los salarios por debajo de la inflación no es aumentarlos: es reducirlos”, denunciaron desde Feduba.
Y concluyeron que en las universidades ocurre “algo que no sucedía desde hace más de 20 años: hay docentes por debajo de la línea de pobreza”.
El Frente Sindical también resolvió apoyar las resoluciones de la asamblea convocada por organismos de derechos humanos, sindicatos y movimientos sociales en el sentido de movilizar contra la sanción de la llamada “Ley Bases” el día que se trate en el Senado de la Nación.
“Vemos con preocupación que haya sectores de la política que evalúen apoyar parcialmente la ley bases a cambio de un supuesto financiamiento para la universidad pública. La idea de una universidad para unos pocos privilegiados en un país que se hunde en la pobreza es una aberración que no vamos a acompañar”, concluyó Montero.
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