Elsa convive con acromegalia, una enfermedad poco frecuente y progresiva causada por un exceso de hormona de crecimiento, generalmente debido a un tumor benigno en la hipófisis. Desde hace casi dos años, es acompañada por el equipo interdisciplinario del centro, y próximamente se someterá a su tercera cirugía.
Los síntomas de la acromegalia suelen presentarse de manera lenta y silenciosa, lo que retrasa el diagnóstico durante varios años. Ese fue el caso de Elsa, quien llegó con dolores de cabeza persistentes y alteraciones visuales, y ya presentaba complicaciones como diabetes e hipertensión.
El abordaje integral de su caso involucró a profesionales de distintas especialidades, entre ellas endocrinología, neurocirugía, laboratorio de bioquímica y diagnóstico por imágenes. Gracias al trabajo coordinado y al compromiso del equipo médico, hoy Elsa disfruta de una mejor calidad de vida.
Porque un diagnóstico a tiempo puede cambiar el rumbo de una enfermedad. Y un equipo que acompaña con compromiso, empatía y una mirada integral puede marcar la diferencia en cada historia.
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