Allanaron dos departamentos en pleno centro de Moreno donde mujeres eran explotadas económicamente a través de la prostitución

La justicia ordenó allanamientos en dos departamentos céntricos de Moreno donde eran explotadas sexualmente cuatro mujeres. No hubo detenidos, pero las personas que regenteaban el lugar (que era monitoreado a través de cámaras de seguridad) estarían identificadas.

A raíz de reiteradas denuncias de vecinos, principalmente, la justicia desarrolló una investigación que terminó en allanamientos a dos departamentos ubicados sobre la calle Saavedra, en las cinco esquinas que convergen además Teniente Ibáñez y Rodó, en pleno casco céntrico de Moreno Sur, apenas a la vuelta de la conocida Casa del Molino y a escasas 4 cuadras de la municipalidad. El operativo estuvo a cargo de la Dirección de Investigaciones de Trata de Personas y Operaciones Complejas de la Policía bonaerense.

El operativo fue solicitado por las Dras. Graciela Celayes del Viso y Cecilia Villagra ante el Juzgado de Garantías Nº 1 del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez a cargo de la Dra. Adriana Julián. Celayes del Viso y Villagra comandaron la pesquisa dentro de la estructura de la Fiscalía Nº 7, especializada en grooming, pornografía infantil, explotación sexual y delitos conexos a la trata de personas, cuyo titular es el Dr. Jonatan Lay.

Con la autorización del Juzgado de Garantías, personal de la Dirección de Investigaciones de Trata de Personas y Operaciones Complejas de la Policía bonaerense, asistidos por la división de Infantería, Migraciones y la oficina de Rescate de Trata de Personas de la provincia de Buenos Aires estando a la cabeza la responsable del área Silvina Mella, ingresaron durante la mañana de este martes 28 de noviembre en dos departamentos contiguos sobre la calle Saavedra (numerados 292 y 294). Allí los funcionarios encontraron a cuatro mujeres que ejercían la prostitución y a un sujeto que estaba utilizando el “servicio”.

Todos fueron identificados e incorporados sus nombres al expediente judicial. En el caso de las chicas se determinó que eran explotadas económicamente a través de la prostitución. Las fuentes consultadas indicaron que la tarifa era de 7.000 pesos cada 15 minutos. Quienes regenteaban el lugar se quedaban con el 60% de lo recaudado. Cumplían horarios rotativos de 8 a 15 y de 15 a 22 horas, principalmente los días de semana, que era cuando mayor demanda había. Tal es así que varias quejas vecinales apuntaban a las colas de espera que se armaban en la vereda de la calle Saavedra. Todo el funcionamiento era grabado a través de cámaras de seguridad estratégicamente colocadas en las dependencias, que eran por demás precarias. Secuestraron discos rígidos en los cuales estarían filmados muchos de los ocasionales clientes y tendrían un valor probatorio de importancia para la instrucción de la causa.

Habría tres mujeres señaladas como las madamas, quienes estarían identificadas. A nombre de una de ellas estarían los contratos de alquiler de ambos lugares, que se gestionaron a través de una inmobiliaria de la zona. Además se encargaban de publicitar los servicios a través de páginas web. Pero la propaganda boca a boca era igual de efectiva. Los investigadores sospechan que también comercializaban estupefacientes.

Con respecto al cliente no estuvo siquiera demorado, pero se armó en torno a él una situación que fue compleja. Se pudo saber que fue al lugar aprovechando que tenía que ir a buscar a un hijo a la escuela. Cómo aún era temprano (los allanamientos se realizaron a las 11 de la mañana) decidió utilizar el servicio en los “privados”. Las alarmas en la familia de este sujeto se encendieron cuando no apareció por la institución educativa y el retoño quedo en espera. La madre de este individuo fue a la DDI de Moreno y General Rodríguez para denunciar que lo habían secuestrado. No queda claro como esta mujer tenía la dirección de los departamentos pero inmediatamente una partida de la Brigada apareció en el lugar. Luego de unos tensos momentos, la confusión se clarificó. No habría denuncia formal por el “secuestro”.

Hasta el momento no se produjeron detenciones, pero la investigación avanza con todos los elementos secuestrados. El personal policial incautó unos papeles donde había anotaciones que servirán para determinar la mecánica contable de la organización.