Sergio Gustavo Robles, de 18 años, fue detenido por la Policía bonaerense acusado de ser el autor material del homicidio de Ángel Eduardo Ocaranza de 73 años. El asesinato de Ocaranza se produjo frente a su familia -incluida su nieta de 10 años- el pasado martes 8 de noviembre en su casa de «Mi Barrio». Robles se enfrentó a los tiros con los uniformados. Está a disposición de la justicia.
Ángel Eduardo Ocaranza tenía 73 años. Miraba televisión en el living de su casa ubicada sobre la calle Venezuela al 5940, entre Lisandro de la Torre y Río Amazonas de «Mi Barrio», zona norte de Moreno. Tenía la puerta de ingreso abierta, pero el portón de rejas cerrado con candado. Dos delincuentes superaron este escollo saltándolo e ingresaron a la vivienda, sorprendiendo a Ocaranza. El hombre no ofreció resistencia.
En el interior de la finca estaba la esposa de Ocaranza, ocupando uno de los dormitorios. En otro, descansaba uno de sus hijos junto a una de sus nietas. Los ladrones los redujeron a todos, bajo amenazada de muerte. Ambos estaban armados.
Luego de robar dinero en efectivo y elementos de valor de poco tamaño, los malvivientes salieron a la calle. Dos cómplices los esperaban en dos motos. Pero antes de escapar, uno de los delincuentes disparó contra Ocaranza, que estaba parado en la puerta. El plomo impactó contra su pecho. La muerte fue instantánea. Todo el suceso fue presenciado por su esposa, su hijo y su nieta de solo 10 años. El trágico suceso se produjo pasadas las 22 horas del martes 8 de noviembre.
Durante la noche de este lunes 14 de noviembre la Policía Bonaerense realizó una serie de allanamientos en la zona norte de Moreno. Los operativos respondieron a una investigación realizada por personal de la Comisaría 1º de Moreno. Desde la misma noche del asesinato, los detectives contaban con el apodo del supuesto asesino. Le dirían «Garrafa». Días después ya tenían sus datos personales completos. Se trataba de Sergio Gustavo Robles de 18 años, un joven en conflicto con la ley penal desde que era menor y hermano de tres policías, dos de ellos locales y un bonaerense que no prestaría servicio en Moreno.
En momentos que los uniformados irrumpieron en la casa de Robles en el barrio Lomas de San José, el acusado escapó por los fondos de la vivienda, cubriendo su huida con disparos. Más de 250 metros duró la persecución, hasta que fue aprehendido. Estaba escondido en el patio de una casa. Allí, una vez reducido, a Robles se le secuestró más de medio centenar de munición calibre 22, aunque no se incautó el arma. Justamente el arma homicida habría sido una pistola calibre 22. En la escena del crimen, durante la fatídica noche del martes 8 de noviembre, los peritos secuestraron una vaina servida del mismo calibre. A raíz del enfrentamiento con la Policía cuando era perseguido, quedó un reguero de casquillos que serán cotejados por los especialistas. Este análisis tienen la misma validez que una huella dactilar.
Además se realizaron tres allanamientos más. En uno de los objetivos se habría secuestrado una de las motos que participó del asalto. Se habrían identificado al menos dos menores que serían cómplices de Robles, aunque quedaron en libertad por disposición de menores. Los pesquisas sostienen que la investigación está cerrada con esta detención. En las próximas horas Sergio Gustavo Robles será indagado por la Dra. Gabriela Urrutia, titular de la UFI Nº 8 del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez que instruye la causa caratulada como «Homicidio en ocasión de robo».