Caso Pérez Algaba: encontraron una hoja de sierra tipo amoladora y tres guantes de nitrilo

Peritos de la Policía Científica, bomberos y brigadas caninas realizaron una inspección en un predio del emprendimiento inmobiliario de la localidad bonaerense de General Rodríguez para determinar si una casa ya demolida fue el lugar donde asesinaron al empresario Fernando Pérez Algaba, mientras la mediática Charlotte Caniggia fue citada para el lunes a declarar como testigo en la causa.

La supuesta escena del crimen

Fuentes judiciales informaron a Télam que en los rastrillajes se secuestró una hoja de sierra tipo amoladora dentada, tres guantes de nitrilo, un clavo con manchas hemáticas y otras cinco muestras similares en un pedazo de escombro, que presuntamente pertenecía a un piso; lo que será enviado a los laboratorios para analizar.

La inspección comenzó por la mañana y terminó a la tarde de este viernes, por pedido del fiscal de Lomas de Zamora a cargo del expediente, Marcelo Domínguez, en el predio del barrio privado en construcción «Renacer», ubicado en el cruce de avenida De las Américas y ruta 6, de dicha localidad del oeste del conurbano.

En el lugar trabajaron durante horas los expertos de la División Casos Especiales Oeste de la Superintendencia de Policía Científica, un grupo de rescate de bomberos y brigadas caninas K9 con perros entrenados para rastrear restos cadavéricos.

También el fiscal requirió la presencia de máquinas retroexcavadoras.

«La idea era poder confirmar si, tal como confesó uno de los detenidos, una de las construcciones del predio, que luego fue demolida, es el lugar del hecho, es decir la escena del crimen», dijo a Télam una alta fuente policial que trabaja en el caso.

El mismo vocero explicó que, más allá de que ese sitio quedó destruido, el objetivo con los perros rastreadores y los expertos en rastros fue hallar algún indicio que confirme si allí fue asesinada la víctima y si en ese mismo lugar también la descuartizaron.

El móvil del crimen de Pérez Algaba

Para el Ministerio Público, el crimen del empresario Pérez Algaba fue cometido por una deuda de 50.000 dólares y 17 terrenos que el imputado Pilepich debía entregarle a la víctima quien, con el fin de cobrarla, fue la tarde del 18 de julio hasta el predio «Renacer» de General Rodríguez a encontrarse con él.

Camino a ese campo, donde se cree pudo ser capturado y asesinado, «Lechuga» reconoció en un mensaje de audio que temía por su vida ante la posibilidad de ser baleado, según las pruebas aludidas por el fiscal.

El fiscal consideró que, más allá de sus negocios en común, entre Pilepich y Pérez Algaba existía «una relación de amores y odio, en la que se advierte y se puede afirmar la existencia de discusiones peleas y amenazas que se efectuaban entre ambos».

Cómo comenzó el caso

La desaparición del «Lechuga» fue denunciada el 19 de julio por la dueña de un departamento que la víctima había alquilado de manera temporal en el partido de Ituzaingó, quien, al no tener noticias suyas, se presentó en una comisaría para radicar un pedido de averiguación de paradero.

Mientras que sus restos descuartizados fueron encontrados entre el 22 y el 24 de julio en un arroyo en Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora.

Por el crimen, además de Pilepich, Vargas y Córdoba, permanecen detenidos Luis Alberto Contrera, Flavia Lorena Bomrad, Fernando Gastón Carrizo y Matías Ezequiel Gil; y a todos ellos el juez de la causa les rechazó la excarcelación.

Con info Télam