Dentro de la Municipalidad de General Rodríguez se comenzó una investigación sobre las responsabilidades del caso. Se les iniciaron sumarios administrativos a dos empleados. Se prevé la presentación de una denuncia penal que incluiría a la cochería.
Eran cerca de las 16 horas. Llega una ambulancia a la puerta del cementerio local ubicado Pasaje Colombo y Luis Agote. Como suele ocurrir cuando la persona fallecida no tiene familiares que lo acompañen, los propios responsables del velatorio y algunos empleados del sector municipal, ayudan a llevar el féretro hasta la tumba donde se lo depositará definitivamente.
Todo parecía desarrollarse dentro de la normalidad que demuestran estos casos. Pasan por el frente de las oficinas administrativas, toman uno de los pasillos y luego de casi 150 metros llegan a la tumba. Fue justamente cuando parados frente al pozo de alrededor de 50 centímetros, se realiza una maniobra por demás espeluznante: casi sin inmutarse, abren el cajón, agarran el cuerpo inerte y lo tiran adentro de agujero. Los responsables de la cochería dan media vuelta, cierran el ataúd y se retiran. Los empleados de la comuna se quedan tapando el cuerpo con la tierra negra y posteriormente permanecen todos trabajando “como si nada hubiese ocurrido”.
Palabras más, palabras menos, así fue el relato de este hecho ocurrido hace alrededor de tres semanas en la necrópolis rodriguense. Uno de los empleados del lugar, testigo de lo ocurrido, fue quién dio conocimiento de lo acontecido. Se acercó al local de la agrupación Lealtad de Presidente Perón e Intendente Manny y allí se entrevistó con el concejal Gerardo Flores. Ante la tétrica historia que le tocó escuchar, directamente le dio intervención al Departamento Ejecutivo para que tome cartas en el asunto. Se entrevistó directamente con el intendente Juan Pablo Anghileri y desde allí comenzó a gestarse la investigación. Se derivó todos los datos aportados al secretario de gobierno Diego Ghirardi, el cuál inmediatamente y como responsable administrativo del área, inició un sumario administrativo a dos empleados y estaría preparando los papeles necesarios para una presentación judicial que se extendería a la cochería prestadora del servicio, ubicada en la avenida San Martín al 300.
Por su parte el director del cementerio, “Teté” Dimécola, que no se encontraba presente en el momento de desarrollar la macabra acción, habría dicho a sus superiores del gobierno municipal, desconocer la maniobra realizada por su subalternos, por lo que, hasta el momento, no se han tomado medidas directas hacia su persona.
Por lo poco que se pudo conocer acerca de la investigación, la misma se haría en dos aristas: la primera en lo que respecta a la tarea dentro del propio cementerio y la irregularidad manifiesta y la segunda es de tono económico, dado que las autoridades piensan que la motivación para llegar a esta situación, es porque hubo dinero de por medio para repartir.
versiones
Lógicamente que a medida que fueron pasando las horas, el tema comenzó a ganar comentarios dentro del municipio. En principio se habla que el denunciante “destapó la olla” ante una dura interna gremial existente dentro del sector. También se esgrime que este hecho no sería el primero y que podrían ser cerca de 50 los cuerpos que fueron sacados de sus ataúdes y enterrados directamente en la tierra.
Por otro lado habrían acompañado a la imputación realizada frente al propio intendente municipal, otra serie de irregularidades que ocurrirían en el cementerio que encierran casi un negocio paralelo. La venta de flores, placas, huesos y limpiezas en sectores especiales; serían algunos de los puntos que formarían parte de un comercio que, en algunos casos, se vienen realizando desde hace muchos años atrás.
La sede sacramental, que en algunos casos era tomada como un destino de castigo para los empleados, evidentemente para algunos de ellos se habría transformado en una entrada mensual extra de dinero.
Denuncia anterior
Tal vez por todo lo que significa su entorno emocional, el conocimiento de este tipo de hechos golpean con mucha más dureza en los vecinos. Ya muchos se habían indignado en el año 2010, cuando desde el gremio ATE se descubrió la presencia de huesos humanos fuera del osario y tirados en el pasto a la vista de todo el mundo. Además en aquella ocasión se mostraron imágenes del lugar de trabajo y la manera en que los empleados debían afrontar la tarea diaria, sin los elementos de higiene necesarios.
Lamentablemente la noticia sobre lo acontecido sale a la luz justamente en la misma semana en que la necrópolis será visitada por miles de personas. El día de la madre que se celebra el próximo domingo, es un motivo para que los seres queridos que perdieron a su familiar, se acerquen a rezar en un lugar sagrado.
Esperemos que los responsables, dejando por un momento de lado la circunstancia que les toca vivir internamente, estén a la altura de los acontecimientos y dejen el lugar en condiciones para los visitantes que se acercarán el fin de semana próximo.