La Policía de la Provincia de Buenos Aires detuvo durante la madrugada de este miércoles 15 de enero a un sujeto acusado de ser el autor material de la muerte del suboficial Mayor retirado Rubén Montoya. Montoya fue asesinado el domingo 10 de noviembre en pleno centro de General Rodríguez cuando realizaba tareas de vigilancia para una empresa de logística. Ya había un detenido en la causa instruida por el fiscal Federico Luppi.
Personal de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Moreno y General Rodríguez realizó en la madrugada de este miércoles 15 de enero un allanamiento ordenado por el Dr. Federico Luppi, titular de la UFI Nº 10 del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez y que contó con la autorización del Juzgado de Garantías Nº 3 a cargo de la Dra. Celina Ardohain, donde detuvieron a un sujeto de 35 años, identificado como Felipe Alejandro Méndez. Este individuo, de frondoso prontuario, está acusado de ejecutar de un disparo en la cabeza al policía retirado Rubén Montoya.
El suboficial mayor retirado de la Policía Bonaerense Rubén Montoya fue asesinado en la noche del pasado domingo 10 de noviembre, cerca de las 22 horas, en la esquina de Hipólito Yrigoyen y España, en el casco céntrico norte de General Rodríguez. Montoya cumplía tareas como custodio privado para la empresa logística Rocca y estaba apostado frente a la casa de uno de los propietarios de la firma, dentro de su camioneta Toyota Hilux blanca. Dos delincuentes lo sorprendieron en momentos en que Montoya cenaba. Sobre su falda tenía un recipiente tipo Tupper y comida en la boca. Al advertir la maniobra, Montoya desenfundó su pistola 9 mm, pero un certero disparo en la cabeza lo mató instantáneamente. Los asesinos escaparon en un automóvil, llevándose el arma de Montoya. La víctima tenía 59 años, vivía en Mercedes y había prestado servicios en la Comisaría 1º de General Rodríguez en el último tramo de su carrera en la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
Las cámaras de seguridad –municipales y privadas-, testimonios de ocasionales testigos y elementos periciales permitieron que el viernes 15 de noviembre se produjera la primera detención. Se trataba de Emiliano Agustín Reineck, de 35 años. La aprehensión se produjo en Hurlingham. Increíblemente, Reineck conducía el vehículo de su propiedad en momentos del asesinato. Los datos obtenidos a través de fuentes confiables indicaron que Reineck, junto con su cómplice, había ido a “visitar” a otro forajido en la zona de General Rodríguez. Sospechan que el robo a Montoya fue al voleo, aprovechando la oportunidad, sin que estuviera planificado. Estos delincuentes siempre estaban armados y a la “pesca” de incautos.
El trabajo profundo de personal de la DDI, junto a uniformados de la Comisaría 1º de General Rodríguez y la fiscalía del Dr. Luppi, determinó que Reineck siempre delinquía junto a un hombre de su absoluta confianza. Tan así era la presunción, que Reineck y su cómplice habían sido condenados por los tribunales del Departamento Judicial de Morón por un robo agravado en el año 2014. Entonces el objetivo estaba puesto en atrapar a Felipe Alejandro Méndez, también de 35 años.
Durante la madrugada de este miércoles 15 de enero, los uniformados ingresaron en una vivienda también en el partido de Hurlingham. Allí detuvieron a Méndez y secuestraron un teléfono celular. Los investigadores sospechan que el arma reglamentaria de Montoya fue descartada o, probablemente, vendida a otros malvivientes.
Las pruebas recolectadas indican que Méndez habría sido el autor material del asesinato de Montoya. Incluso los trascendidos señalan que Reineck habría cargado las culpas en Méndez durante su declaración testimonial. Más allá de esta cuestión “técnica” –al menos para la justicia- el Dr. Luppi imputó tanto a Reineck como a Méndez de “Homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por alevosía”, que contempla, en el caso de ser hallados culpables, una pena de prisión perpetua.